Atrapado Rodríguez Zapatero por la angustia de que la ciudadanía pueda conocer de una vez la verdad del 11-M, el presidente del Gobierno habría autorizado, o consentido, que Rubalcaba, su actual ministro de Interior, hiciera cuanto estaba en su mano para excarcelar, de facto, a Rafael Vera.
¿Puede haber una hipótesis políticamente más fascinante que la transcrita? ¿Puede haber una historia que sea más atractiva para los partidarios del PP, en buena parte fieles oyentes de la COPE y lectores de El Mundo? ¿Puede Pedro J. Ramírez -eximio fabulador de verosimilitudes- prestar a la derecha un mejor servicio que el de unir a Vera con el trasfondo de la autoría del 11-M?
El vocablo fábula
El vocablo fábula -según el diccionario Casares- tiene, aparte de alguna otra, las siguientes acepciones: “Rumor, hablilla. Narración falsa, de pura invención. Ficción artificiosa con que se disimula una verdad. Suceso o acción ficticia que se narra o se representa para deleitar. Composición literaria, generalmente en verso, en que por medio de una ficción alegórica se da una enseñanza útil o moral”.
Millones de ciudadanos
Millones de ciudadanos en este país, a propósito del tipo de periodismo que impulsa Ramírez –con indiscutible tesón, acierto técnico y no poco éxito- le atribuyen cualquiera de las acepciones que reproduzco del Casares, salvo la última y no justamente por el hecho de que el director de El Mundo no escriba nunca sus artículos en verso.
El sermón dominical
Ayer, el sermón dominical del periodista se titulaba De los GAL al 11-M. Ramírez fue el más obstinado investigador periodístico de los GAL, aunque años atrás, cuando empezaron a matar, los hubiera defendido. En cambio -curiosamente-, se mostró pasivo ante las actuaciones precedentes del Batallón Vasco-Español o de la Triple A, que no fueron más que otra versión de idéntica o parecida guerra sucia.
“!Váyase, Sr. González!”
Con los GAL, Ramírez se salió con la suya. No habiendo conseguido el objetivo Conde, sí consiguió años después el objetivo Aznar. Ramírez fue pieza básica en el puzzle montado con el único y exclusivo fin de arropar el “!Váyase, Sr. González!” de Aznar, que es frase de pacotilla para la historia menor. El puzzle referido funcionó con eficacia, a pesar de que terminó con serios enfrentamientos entre muy importantes protagonistas de esa película cuyo argumento tiene mucho que ver con las habilidades cinegéticas. El libro de Amedo es esclarecedor. La figura de Ramírez en ese texto no sale bien parada.
Los gatos encerrados
“Aquí hay gato encerrado”, sostiene el director de El Mundo. Si todos los gatos encerrados que han sido publicados a lo largo de dos años por ese director, hubieran sido realmente “gatos” y además hubieran estado “encerrados”, a estas horas ya estarían encarcelados -como responsables de los bárbaros atentados madrileños- dirigentes del PSOE, altos cargos de la policía y, desde luego, unos cuantos etarras, sin olvidar como guinda a unos moritos que pasaban por ahí.
“La pista que tiene sentido”
Núcleo duro del mensaje pedrojotista, ya adelantado desde el PP: “La pista que tiene todo el sentido rastrear es la relación entre los actuales mandos policiales presuntamente implicados en la manipulación de pruebas que ha infectado desde el principio hasta el final la instrucción del sumario del 11-M y ese pasado bochornoso en el que Vera reinaba como un auténtico Príncipe de las Tinieblas sobre los aparatos de seguridad del Estado”.
El 11-M conecta con los GAL
Ni Ben Laden ni las consecuencias de la aventura bushniana en Irak, con tanto entusiasmo secundada por nuestro estadista de las Azores. Nada de islamistas. El 11-M conecta con los GAL. Quien fuera el cerebro de los GAL –al que Ramírez cubre de insultos- fue en gran medida el cerebro de cuanto sucedió el 11-M y los días inmediatamente posteriores. Vera contó para ello con la inestimable colaboración de Rubalcaba.
Otro mensaje
Otro mensaje significativo: “Zapatero puede verse abocado muy pronto a tomar una decisión trascendental. Él sigue teniendo una importante línea de crédito entre los españoles, pero corre el riesgo de perderla a borbotones si no sale al encuentro de la verdad en este asunto”. Es decir, que ZP destituya a Rubalcaba, que encierre bajo siete llaves a Vera y que nombre de nuevo ministro de Interior a Acebes. Él explicaría bien a todos los españoles cómo fue lo del 11-M. Tiene experiencia sobradamente acreditada. E.S.
Elplural
Para mearse

,esto me recuerda a lo de la famosa cinta del grupo musical "orquesta Mondragon" encontra en la Kangoo blanca del 11M ,y q los habiles analistas del PP decian q era una tarjeta del grupo inversor Mondragon ( afin a ETA).
