La pista de Fidel San Román, empresario implicado en la corrupción urbanística de Marbella, ha aparecido en un nuevo escenario: Quijorna, un pueblo de la sierra de Madrid en el que también tiene intereses este constructor y ganadero, socio de la familia del dictador Franco y considerado próximo al entorno de Esperanza Aguirre.
El secretario general de la agrupación socialista de Quijorna, Juan José Cerrato, explica a elplural.com que fue el ex alcalde, Florentino Serrano, quien llevó a Fidel San Román a este pueblo madrileño. Partiera o no la invitación de Serrano, el caso es que el empresario, en libertad bajo fianza en el contexto de la Operación Malaya, posee más de medio millón de metros cuadrados urbanizables en esta localidad, según el semanario Interviú.
Fiestas de San Román
Esa zona de la Comunidad de Madrid no le es ajena a San Román. Tampoco pasa desaprecibido allí su apellido. En las calles de Las Rozas circuló un chiste que decía que las fiestas patronales se iban a celebrar en honor a San Román. No es para menos. A su grupo empresarial, formado por una treintena de sociedades, se le atribuye la construcción del 70% del municipio, ayudado por el PP, según denuncia la izquierda.
Arroyomolinos
A Quijorna y Las Rozas se suma, también en Madrid, Arroyomolinos. Allí, el Partido Socialista de Madrid (PSM) quiere evitar la recalificación de más de 150 hectáreas de suelo, sobre las que se ha proyectado la construcción de casi 4.000 viviendas. La operación tendrá como máximo beneficiario al Grupo San Román, un extremo no desmentido por el PP.
El coto de Franco
En concreto, los socialistas denunciaron en la Asamblea de Madrid que el 79% de las edificaciones previstas se pretenden levantar en una finca de nombre Valdelasfuentes, propiedad de San Román y conocida en Arroyomolinos como "el coto de Franco". No en vano, el constructor comparte accionariado en Promociones del Suroeste con los herederos directos del dictador.
Ayuda
Carmen Franco Polo es accionista de la sociedad y su hijo Francisco Franco Martínez-Bordiú es el director general. Pero la relación con los Franco viene de antes. La hija del tirano se inició en el mundo de los negocios inmobiliarios, allá por los años setenta, con la ayuda de los hermanos San Román.
Las Ventas
Las relaciones sociales y empresariales se muestran como claves en la trayectoria de San Román. Su cercanía a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y a su vicepresidente, Ignacio González, se menciona para explicar cómo el constructor se hizo con la gestión de la madrileña plaza de toros de Las Ventas, en un proceso de adjudicación bajo sospecha.
Tamayo
La proximidad de San Román con Aguirre, pero, sobre todo, con los empresarios Francisco Vázquez y Francisco Bravo, situán al constructor en otros escenario, en otro suelo que no sirvió para levantar edificios, sino para derruir la eleccion del socialista Rafael Simancas como presidente autonómico madrileño.
San Román habló
Bravo reservó una habitación para Alfredo Tamayo, el parlamentario desertor del PSM que, junta a María Teresa Sáez, impidió la elección de Simancas. San Román admitió en un comunicado que "el día 9 de junio, el señor Tamayo llamó a Bravo para pedirle que le reservara una ahbitación en un hotel porque, según sus palabras, 'no puedo hacerlo yo por motivos que no puedo contar".
Marbella
De aquel episodio, que provocó unas nuevas elecciones autonómicas, ganadas por Aguirre, quedaron muchas zonas oscuras. Lo contrario de lo que empezó a suceder en Marbella, a raíz de la Operación Malaya que ha terminado con una alcaldesa, un ex alcaldes, varios concejales y un gerente de Urbanismo en la cárcel.
Confesión
La operación desarrollada por el juez Torres también afectó de lleno a San Román, que debió pasar por prisión. Después de quedar en libertad bajo fianza de 500.000 euros, confesó haber pagado a Juan Antonio Roca, cerebro de la trama marbellí, seis millones de euros. La relación entre Roca y San Román es, hasta ahora, la más sonora para el constructor. También, la más peligrosa.
Elplural
Ains los Franco siguen jodiendo
