Besa y soba todo el pecho, no solo el pezón. Es importante también que cambies de seno, usualmente ellas tienen un pecho más sensible que otro, observa bien, o pregúntale cuál de ellos es.
Antes de nada debes enterarte que el tamaño de los pechos, como es de esperarse, no tiene nada que ver con qué tan sensibles sean, ya que pueden haber pechos chiquitos tremendos y grandotes, pero muy tranquilos.
Puntos clave para que le provoques un “clímax” en sus senos:
- A la mujer por naturaleza le gusta ser admirada. Antes de tocarla, mírala con admiración. Ella no debe sentir que lo único que deseas es lanzarte a sus senos. Hazla sentir que la respetas y que la encuentras bella.
- Acaríciala primero delicadamente sobre la ropa, no le arranques todo con ansiedad. ¡Ten paciencia!
- Luego de unos minutos, ve por debajo hasta encontrarte con su ropa íntima. Toma tu tiempo en observarla, muchas veces ella ha escogido su ropa especialmente para que sea apreciada por tí, y que tú la pases por alto disminuye su excitación.
- Luego de tomarte el tiempo acariciando y observándola, remueve delicadamente su ropa íntima, una cinta, luego la otra, desabrocha, y piérdete en la belleza de sus perfectos senos.
- Presta atención a su lenguaje corporal. Observa qué le gusta con sus reacciones a tus caricias.
- Dale pequeños toques de sensibilidad y emoción, juega con ambos senos.
- Cuidadosamente pon dos dedos a cada lado del pezón, casi sin tocarlo, acarícialos en la región del perímetro. Desliza los dedos separados suavemente, sensual, despacio. Pronto notarás que el pezón empieza a reaccionar poniéndose duro.
- Acerca tu cálido aliento, que sienta tu aire caliente, tu respiración.
- Pon tu boca lentamente sobre el pezón, con los labios en forma de canastita pequeña que lo envuelve.
- Empieza, sin abrir los labios, a succionar levemente, de esta forma el pezón empezará a sentir toques de presión. Esta técnica también funciona en la oreja y en el clítoris.
- Incorpora ahora tus cinco dedos. Descansa la palma sobre el pecho entero, con las puntas en la circunferencia. Al levantar la mano deja la punta de tus dedos correr el camino hacia abajo hasta volver a encontrar el pezón. En este momento prueba jalar un poco el pezón. Debes estar atento a si se excita tu pareja.
- Vuelve a colocar la mano sobre el pecho, dejando el pezón en medio de tus dedos índice y anular, depende del tamaño del pezón, aprieta un poco los dedos, y jala suave la mano, de forma que el pezón siga a tus dedos hacia arriba.
- Muchas veces los hombres no dedican suficiente tiempo a los senos, pues quieren llegar rápidamente a “las partes bajas del cuerpo”. Pero para muchas mujeres el que le dediques tiempo a sus pechos es algo extremadamente erótico. Aunque hay otras mujeres a las que les da un poco de celos que les dediques demasiado tiempo. ¡ Los misterios de la mujer!
- Lleva un pecho hasta el punto máximo, y justo cuando ella se espera que lo vas a besar, pásate al otro. ¡Déjala esperando tu regreso!
- Besa y soba todo el pecho, no solo el pezón. Es importante también que cambies de pecho, usualmente ellas tienen un pecho más sensible que otro, observa bien, o pregúntale cual de ellos es.
- A muchas mujeres las excita que abras la punta de tu pene, e introduzcas un pezón en él. Recuerda que esto solo funciona con el pene no circuncidado.
- Para cambiar un poco la rutina, juega con tu pene metiéndolo entre sus dos pechos muy sensualmente.
- Juega con los cambios de temperatura.
- Pasa un hielo con tu boca por todo el pecho, detente un rato en el pezón, no tanto. Luego sopla con tu aliento cálido para que sienta el contraste en la temperatura.
- Puedes también usar aceite o menta para que ella sienta ese delicioso contraste. Ella puede hacerte lo mismo pues tus pechos son igual de sensibles que los de ella.
- Trabaja también en la aureola, los puntitos en ella tienen pelitos que los hace un excelente punto de excitación.
- Ensalada de frutas o cualquier clase de frutas, postres, o licores pueden ser servidos en los pechos, pezones, abdomen, espalda u otras partes del cuerpo con resultados sorprendentes. ¡ Solo mantén el azúcar lejos de la vagina!
- Recuerda que no siempre el pezón está duro y quiere decir que ella está excitada, puede que esté duro por el frío, por los nervios, o por disgusto. Así que pregunta si le gusta lo que le estás haciendo y observa.
- Hay mujeres a las que no les gusta para nada que juegues con sus pechos. Por eso es importante que leas su cuerpo mientras la descubres. Habla con ella de lo que le gusta y disgusta, y si no has tenido tiempo de hacerlo pon atención a sus reacciones.
- ¡No tengas miedo! Que no se te olviden los pechos durante el sexo. Recuerda que le estás haciendo el amor al cuerpo entero.
- Y finalmente, cuando ya has terminado de hacer el amor dales una última caricia tierna.
Recuerda que no solo estás para dar placer, en todo este proceso tú también debes disfrutar de cada caricia, de cada roce, de su sabor...
