Los mÃos eran una marioneta con ropa de tela y cabeza de losa, y un oso de peluche de tamaño mediano, de aquellos que eran duros y pelo corto, más bien casi una pana áspera. TodavÃa les conservo en un armario.
¡Qué tiempos aquellos, en que la vida discurrÃa plácida y sin preocupaciones!... Snif... qué añoranzas...
