19 de junio de 2006.- Si cogen a Villa (delantero de la selección española) y a un 'hooligan' de la selección inglesa, los meten en la Thermomix, y le dan al boton 'turbo' obtendrán... al vocalista de El Canto del Loco, penúltimo fenómeno del decrépito pop-rock español. Verle cantar 'Devuélveme a mi chica' de los Hombres G, con la palabra "niñato" tatuada en el antebrazo, me hizo más daño que el codazo de De Rossi a McBride. ¿No querías música en la televisión?, dirá algún lector puñetero... ¡Pues toma música en televisión!
Era la fiesta de celebración de los 40 años de los 40 Principales, con seguridad la cadena que más daño ha hecho al rock español en toda la historia. La razón es muy sencilla: durante un periodo de corrupción que duró décadas, Los 40 convirtieron la radio musical en un medio extorsionador y absolutista. En un estercolero. ¿40 años de dictadura? Seguramente. Algún cronista debería contar con todo lujo de detalles cómo la industria musical española ha vivido bajo el yugo de Los 40: si no sonabas en esa emisora no eras nadie.
Y para sonar había que pasar por caja. O registrar tus canciones en la empresa editora de alguno de sus capos. Si te negabas, jamás serías 'tres, dos o uno'.
Nunca la radio española logró recuperarse de tantos años de férrea esclavitud. Jamás el pop y el rock español dispusieron de oportunidades radiofónicas, salvo contadas excepciones: Onda 2, Radio 3... Hoy, 40 años después, en España seguimos huérfanos de emisoras independientes y dignas de rock y pop.
Eso no quita que el montaje de escenario, la iluminación, el sonido y la retransmisión del concierto desde el Calderón por parte de Cuatro fueran irreprochables. Y las actuaciones de algunos grupos y solistas, también. Sólo por ver a Antonio Vega, o lo que queda de él, al frente de unos resucitados Nacha Pop, mereció la pena esperar hasta las dos de la madrugada.
Sabemos por experiencia que no es fácil superar 40 años de dictadura, de mafia. Afortunadamente Internet ha puesto a nuestra disposición otras emisoras, otras alternativas, otros sonidos. La libertad. Nuevas formas de entender el placer de la radio musical.
Medios para prescindir de la radio comercial.
Aprovechemos esta circunstancia y exploremos otras frecuencias, otras músicas, otros mundos. ¿Pop y rock españoles para el siglo XXI? Pasen de los 40, puro business, y rastreen la Red en busca de nuevas emisoras. Y tomen nota de algunas músicas interesantes que no encontraran en radiofórmulas: José Ignacio Lapido, Stormy Mondays, Quique González, Nacho Vegas, Lori Meyers, Surfin´Bichos (el retorno), Josele Santiago, Sex Museum, The Happy Losers, Nominees, José María Granados, The Winnerys, Santi Campos... (...)
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