elcritico
PeterPaulistic@
   
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Ten el valor de equivocarte
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« : 2 de Junio 2006, 14:08:11 » |
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Quien alguna vez no ha reido con las ocurrencias de este personaje y sus compañeros de la vecindad, para los amantes de esta serie aqui traigo algunas cositas:
- El primer capítulo del programa "El Chavo del Ocho" lo transmitieron el 20 de junio de 1971. - El Chavo vive en el departamento #8 de la vecindad y comparte la vivienda con otra persona, pero tanto el departamento como la persona mencionada, nunca aparecieron en el programa.
- Aunque la Chilindrina siempre se le vió con anteojos, estos en su mayoría de capítulos no tenían lentes.
- El último episodio en que apareció Quico, fue en el segundo capítulo de Acapulco, perteneciente a la temporada del año 1978.
- Cuando Carlos Villagran se alejó del elenco de Chespirito, en el capítulo en que los personajes asisten al cine para ver la película "El Chanfle", para dar la explicación de la salida de "Quico", doña Florinda dice que se fué a vivir con su madrina ya que puede ser mejor para su educación
- Solamente grabaron un capítulo en el que apareció el elenco completo, éste capítulo fué en Acapulco.
- A la Chilindrina la llaman así porque sus pecas la asemejan a un hogaza de pan mexicano (hogaza es una pieza, pedazo, parte de...) que está espolvoreado con azúcar y que aparenta tener "pecas".
- Los zapatos que utiliza el Chavo del 8 fué un regalo que le dió la Chilindrina el día en el que el Chavo llegó por primera vez a la vecindad; estos zapatos le pertenecían a don Ramón.
- La comida favorita del Chavo es la torta de jamón y aunque parezca mentira, solo en dos ocasiones dentro de los capítulos del programa se le vió comiendo.
- Asegura Rubén Aguirre que la idea del famoso "¡Ta ta ta tá!" del Profesor Jirafales, se la robó a un profesor de su niñez llamado Celayo Rodríguez; él era un viejecito que cada vez que se enojaba, hacía el "¡Ta ta ta tá!". Rubén lo exageró un poco, pero mantenía el mismo tono.
La letra "CH" en los personajes creados por Roberto Gómez Bolaños fue en un principio casualidad. Primero un director de cine le apodó "Chespirito", luego éste empleó la palabra ¡Chanfle! y después surgió "El doctor Chapatín"; hasta ahí era casualidad. Chespirito notó esto y siguió utilizando a propósito estas letras para muchos de sus personajes.
Se llama "Chavo del Ocho" porque en el año de 1971 este programa se transmitía por Canal 8 de México; fue tanto el éxito del programa, que éste paso a otro canal de más nombre y Chespirito tuvo que buscar alguna excusa para el "8" por lo que mencionó que el Chavo vivía en el departamento #8; de ahi su nombre.
El programa "El Chavo del Ocho" fue visto -en promedio- por 350 millones de personas a la semana.
Un día Pelé llamo a Roberto Gómez por teléfono para hacer la película de "El Chavo", pero Roberto no quiso llevar este personaje al cine.
Durante el transcurso del programa, los actores nunca actuaron con apuntador.
Cuando don Ramón Valdez murió, Angelines Fernández (La bruja del 71), fue la única que estuvo dos horas de pie junto al ataúd de Ramón. En todo el velorio decía: "Mi rorro, mi rorro". Ellos eran amigos personales y ambos se quisieron mucho. Las hijas de Ramón Valdez comentan: "Por su personalidad, se piensa que "Don Ramón" era de carácter fuerte, pero sólo lo era cuando se enojaba. Y cuando regañaba a "Quico" y a la "Chilindrina", se asemeja mucho como si estuviera fuera de cámaras, espontáneo y muy cómico. De hecho, las frases que decía en el programa eran las mismas que utilizaba en su casa: "No te doy otra nos mas porque...". Otro dato importante es que se vestía así en la vida real, con sus jeans, playeritas de algodón; le encantaba sentirse fresco y cómodo".
En 1971, Chespirito le dijo a Carlos Villagran que escogiera un traje de niño porque iba a hacer el personaje de "Quico", y Carlos encontró el traje de marinerito, pero como no quería parecerse a "Chabelo", se puso una gorrita y fue con Chespirito a preguntarle que como quería que le hablara: Con o sin los cachetes inflados, a lo que Roberto prefirio con los cachetes inflados.
Cuenta Carlos Villagrán, que él y Ramón Valdés tenían gran amistad, que Ramón estando muy mal de salud en un hospital conservaba aún su humor. Carlos Villagrán le dijo: "Nos vemos allá arriba en el cielo" y Ramón Valdez contestó: "No te hagas el loco, allá abajo en el infierno".
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