C. P.
MADRID
El portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, no defraudó. Se limitó a repetir los argumentos de su partido en contra del nuevo Estatut: rompe el consenso de la transición, es inconstitucional y es intervencionista. "Un Estatuto partidista, sesgado ideológicamente, y que pretende blindar, petrificar, un modelo económico, social y administrativo descaradamente intervencionista", proclamó desde la tribuna de oradores de la Cámara alta. "Catalunya no se merece este Estatut", repitió a modo de latiguillo. Un Estatuto, agregó, que rompe el "eje de la España plural" que se puso en marcha con la Constitución de 1978, y que representa una "enmienda a la totalidad" de la España de las autonomías.
García-Escudero calificó de "grave" que el nuevo Estatut "rebose inconstitucionalidad" en la práctica totalidad de sus títulos. "Mucho más grave" todavía es que "su espíritu, su intención política, estén frontalmente dirigidas contra la Constitución", agregó. Hasta el catálogo de derechos y deberes del Estatut obedece, según el portavoz popular, a una "clave soberanista", porque introduce un "evidente" factor de desigualdad entre españoles.
Y no solo es inconstitucional, el Estatut es, afirmó el portavoz popular, "manifiestamente delirante" por atribuir a la Constitución que cuando habla de nacionalidad se está refiriendo en realidad a naciones. Y la culpa, dijo, es del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, por haber dicho en su día en el Senado que el concepto de nación es "discutido y discutible". La soberanía del pueblo español, clamó García-Escudero, está en juego, porque el Estatut "da por sentado" que la nación española no es una e indisoluble, "sino que es multiplicable a demanda".
"ENTIERRO DE LA SOLIDARIDAD"
En cuanto a la propuesta de financiación que contiene el proyecto, dijo que "supone, lisa y llanamente, el entierro de la solidaridad y, por tanto, es absolutamente inaceptable".
En el turno de réplica, el portavoz de la derecha aprovechó la presencia del presidente del Gobierno en el hemiciclo para invitarle a que se mire bien el resultado de la votación, que aún no se había producido pero que vaticinó que estaría por debajo del 50% de síes. La invitación venía a cuento de que Zapatero, cuando se opuso en el Congreso al plan Ibarretxe, argumentó que una norma política con el 51% de apoyos llevaba al fracaso. García-Escudero ocultó que una cosa era el apoyo en origen del Estatut, el 90% del Parlament, y otra el resultado final en las Cortes.
EL CLAMOR SOCIAL
Según el portavoz, Zapatero ha avalado personalmente el Estatut porque "es una pieza esencial de su personal estrategia política de revisión y segregacionismo". También dijo que la estrategia de "vender" el Estatut como el resultado de un "clamor social" era "mercancía averiada". "No debe ser tan fuerte ese clamor", añadió, "cuando, para poder escucharlo, han llegado a plantear la conveniencia de alargar el horario del referendo".
También tuvo unas palabras de sorna con la carta enviada por el president Maragall pidiendo el voto en el referendo con fecha del próximo viernes. El portavoz del PSOE en el Senado, Joan Lerma, bromeó al afirmar que eso demostraba que el servicio de Correos es muy eficiente. Más en serio, le contestó a García Escudero que también el PP empezó a recoger firmas contra el Estatut antes de que se tramitara en las Cortes.
VOLVER A EMPEZAR
El representante del PP reclamó primero que los senadores socialistas rechazaran el texto (para eso había pedido votación secreta, que fue rechazada por mayoría); y luego reclamó que se aplace el referendo, que primero se celebren elecciones al Parlament y que la nueva Cámara empiece a redactar otro Estatuto desde cero.
Negó el portavoz conservador que el PSOE y sus socios hayan mostrado alguna disposición de acuerdo con su partido, actitud que atribuyó a que el Pacte del Tinell prohibió pactos con el PP. .
Y digo yo: ¿Porqué no empezamos de nuevo con un estado federal? 