Hablas de las cruces y se me ponen los pelos de punta, recuerdos placenteros y de juventud, me acuerdo que cuando estudiaba en Jaén y llegaban las cruces de mayo, me ponía a hacer autostop y recorria los 100 km. que me separaban, toda la noche de juerga y al día siguiente de vuelta a la capital del Santo Reino echo polvo, pero feliz y contento... mis padres al verme tan hecho polvo me decían: Hijo mío, no estudies tanto, que tienes unas ojeras que te llegan a los pies, je je je... pobres papás y es que les decía que me iba a estudiar a se un amigo.
En fin, no me enrollo mas, sólo desearte de lo bueno lo mejor y que disfrutes de las cruces a mas poder. Saludos y tomate unas
a la salud de todos.