Xavi, el ultimo refuerzo

Por primera vez en mucho tiempo, Frank Rijkaard pudo trabajar ayer con casi todos los efectivos de la primera plantilla. Únicamente Lionel Messi, en Argentina, y Oleguer Presas, en el gimnasio del Camp Nou, se ausentaron de un intenso entrenamiento en La Masia en el que destacó especialmente el alto nivel físico de Xavi Hernández. Desde que sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha el 2 de diciembre, el centrocampista egarense se mentalizó para llegar en plena forma a una hipotética final de la Champions League y al Mundial de Alemania.

Ahora, casi cinco meses después de que fuera intervenido quirúrgicamente por el doctor Ramon Cugat el día de su santo, Xavi está enfilando la recta final de una rehabilitación que puede tener el premio en París el 17 de mayo.

Mañana serán sus compañeros quienes deban rematar al Milan en las semifinales. Sería una sorpresa mayúscula que Xavi fuera incluido esta tarde por Rijkaard en la lista de convocados para la gran cita ante los 'rossoneri'. Quizá lo más prudente sea esperar a que pueda unirse al grupo de cara a los próximos duelos ligueros ante Cádiz o Celta. Sin embargo, ver al tercer capitán implicado desde el viernes en la actividad normal del equipo ha fortalecido el vestuario un poco más en pos del gran objetivo de la temporada: levantar la Copa de Europa. Xavi es muy admirado en la plantilla y puede ser el último refuerzo para culminar un año glorioso.

Referencia

El cuerpo técnico encabezado por Rijkaard está muy pendiente del 'sprint final' de la recuperación de Xavi. Tras sentirse muy satisfecho el viernes por haber completado la sesión, su moral subió más enteros durante la hora y 20 minutos que ayer sudó en La Masia. El de Terrassa fue el elegido por el entrenador holandés para hacer de 'hombre boya' en el partidillo que cerró el entrenamiento. A él no le tocó defender nunca. Cuando uno de los dos equipos de diez equipos recuperaba el esférico, Xavi era el número once. Rijkaard quiere que el internacional español vuelva a adquirir los automatismos participando lo máximo posible como organizador del conjunto. Por él suelen pasar muchos balones durante los encuentros y ayer no fue diferente. Los frutos de su recuperación en tiempo récord, gracias a la labor del fisioterapeuta Emili Ricart, pueden ser recogidos por Rijkaard en el tramo final del curso. Evidentemente no se le puede exigir que dispute ya los 90 minutos. Irá entrando en el equipo progresivamente pero no hay que descartar que juegue de inicio en una posible final de la Champions dada la enorme confianza que el técnico barcelonista tiene depositada en él.

Asistente en el entrenamiento

La intensidad de la sesión, tras un día de relajación general debido a la suspensión del duelo ante el Sevilla por la lluvia, fue aprovechada por Xavi. Quienes vieron trabajar a los 'culés' no dirían que el egarense ha pasado casi cinco meses viendo a sus compañeros en la grada o por televisión. Incluso fue el autor de la asistencia que sirvió para que Santi Ezquerro inaugurara el marcador del partidillo. Después fue Gabri Garcia quien dejó en empate (1-1) una 'pachanga' sin risa alguna y con una gran implicación de todos los futbolistas. Tanta que Rafa Márquez hizo encender la luz de alarma unos segundos por un salto con Samuel Eto'o, que fortuitamente chocó con la espalda del mexicano. Todo quedó en un susto.

Una vez finalizó el partido de la sesión, Xavi siguió trabajando, esta vez al margen del resto de jugadores, que hacían estiramientos rodeando al preparador físico Albert Roca. Mientras, el egarense hizo varias aceleraciones por la banda ante la atenta mirada de Rijkaard, que poco antes se había interesado por cómo había aguantado el alto ritmo del partidillo.

Fuente de informacion Mundo Deportivo