juego con las sombras

[Canela]

hoy me pesa este dia de improbable palabra.
este dia de tu amor carente...
la vanidad q no tienes, las dudas q te habitan,
sin vínculo de ti q me das las explicaciones q no pido,
-q no necesito- equivocaste el destino, cariño,
la botella era para ti, párrafos q te esconden
en este día q no guarda ni decimales partes
de lo q me has amado...

improviso el recuerdo q permanece
anclado en la darsena del olvido.
has escogido, el tiempo dira si para bien,
te deseo lo mejor desde el egoismo q me desnuda,
a veces el riesgo vuelve cobarde al mas audaz,
nunca fui ni lo uno ni lo otro, no sé tu...no te juzgo.

juego en lo mas  intimo con las sombras
y con los desvarios rebeldes q te nombran,
ambiguedad de formas a las q cortaron las alas,
virtuales brazos soliviantando el goce de mi cuerpo...
todo es mentira, la pelota ahora en mi tejado,
esta deshinchada y no puedo jugar con ella.

tu estas en lo inconcreto,perdido de  presentes y futuro,
me deseas lo mejor... q seamos amigos dices,
El amor y la amistad son palabras mágicas que,
a diferencia de abracadabra, si se pronuncian pierden su efecto.

..........

tu botella tendra respuesta, Pero debo esperar que el tiempo deje un poso de tranquilidad antes de responder.

[Karycya]

Canelita... mi opinion esta de mas... 

[Raskolnikof]

tu estas en lo inconcreto,perdido de  presentes y futuro,
me deseas lo mejor... q seamos amigos dices,
El amor y la amistad son palabras mágicas que,
a diferencia de abracadabra, si se pronuncian pierden su efecto.

  triste, canelita , muy triste 

[Alkawueto]

hoy me pesa este dia de improbable palabra.
este dia de tu amor carente...

(...)

Se siente que amar no es morir, que el esconderse de de sí mismo no significa la muerte... el encuentro resulta una alegría modesta que no indaga demasiado, porque la respuesta aunque no sea así, resulta hermosa con un misterio como pregunta... benditos versos que nos desnudan, para que vivamos con alegría o tristeza el pan que nos guardamos, los sueños que no duermen... el poder sentir que un pequeño dios femenino me amó, haciendo que perdiera el pudor de desear que en la hora de mi muerte virtual, estuviera una mano humana con olor a mandarina para apretar la mía.