Binabik
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Campeón del mundo, de sueños rotos...
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« : 24 de Abril 2006, 23:06:43 » |
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Hoy he vuelto a entrar en un hueco sin dueño donde siempre tenía un sitio al que podía permitirme el lujo de contemplar como algo mío aunque realmente no le pertenezca a nadie. Pero hoy no. Hoy, me he sentido descolocado, fuera de juego, ya no identificaba ese hueco como mío, ni siquiera como algo que sin ser mío pudiera ocupar en alguna extraña ocasión.
Estaba calido y húmedo, como si alguien hubiera entrado para pernoctar sin dejar siquiera su tarjeta de visita.
Como extrañar algo que has abandonado, algo que podía ser tuyo con dos palabras. Tal vez, no, seguro; abandonar los refugios nocturnos cuando son tan dulces, solo son un acto de estupidez o de cobardía, en mi caso creo reconocer los dos, pero, pesa más la cobardía, se podría decir que soy un cobarde muy ****.
En las ocasiones en las que vuelves te sientes culpable y no por lo que deberías, un amor real, pero falso, como hacer o dejar ese alojamiento donde siempre estabas a gusto, donde nadie te molestaba, podías moverte a tus anchas y descubrir pequeños nidos en los cuales eras mimado e incluso sobre valorado.
Como permitir el expolio al que otros te someterán, como permitir la entrada a ese sitio más privado que tu corazón, como dejar de lado algo que te importa tanto, como ser tan cobarde que permitir su muerte sin quejarte. Como darte la vuelta y olvidar.
Hay más refugios, más huecos que sin ser tuyos evocan una prolongación de tus posesiones indefinidas. Pero, que son huecos deshumanizados, nada comparable a la dulzura del que abandonaste cuando lo tenias, cuando solo tu tenias derecho a entrar cuando su guardián solo te permitía a ti entrar, te conocía, te quería, incluso más, sentía devoción por ti.
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