Dedicado a quien sabe hacer feliz a un hombre con solo su risa...
Una cerveza me puse a tomar
en el alero de mi ventana
entonces vi. que la cuesta subías
cantando alegre, mientras el viento
jugaba con tu falda, la revoloteaba
y arremolinaba sobre tus rodillas
y se desgranaba, dando a tus pasos
cadencia y ritmo de marcha…
embobado te vi pasar
ya delante de mi ventana,
miraste de reojo y no dijiste nada
solo soltaste una carcajada
y a mi se me cayó la botella
de tonto que estaba, como te reías
madre, que carcajadas…
Aún hoy día me sonrojo
recordando aquellas niñatadas
que risa tan bella tenías
que risa tan bella aún me guardas
y de vez en cuando dedicas
y aún me quedo bobo escuchándola
que a veces se me caen las cosas
al oírte de lejos, en mi casa,
que es desde entonces la tuya,
y tus risas mi compaña.
Cuanto quisiera tener siempre conmigo
tus risas y tu compañía, sería feliz mi vida
guardando para siempre esas carcajadas
y mis manos dejando caer las cosas
solo al son de escucharlas.
DF
