El City
PeterPaulistic@
   
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El Gesticulador incontrolable
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« : 15 de Abril 2006, 22:49:06 » |
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La noticia de que Esperanza Aguirre está pensando en no presentarse a la Comunidad de Madrid y sí hacerlo al Ayuntamiento, ha hecho que el ya tambaleante Partido Popular de Madrid se estremezca hasta sus entrañas.
No tenemos que olvidar nunca que Esperanza Aguirre ya perdió las elecciones a la Comunidad de Madrid: heredó una holgada mayoría absoluta que le legó Alberto Ruiz Gallardón y la tiró a la basura, porque no sabe conectar con la gente, por muchos asesores que tenga a su alrededor. Esperanza es antipática al electorado. Todo lo contrario que Gallardón. Y no estoy hablando en términos ideológicos, sino en términos de carisma. Vamos, que Gallardón cae bien a la mayoría de los vecinos de a pié, mientras que la Espe sigue siendo recordada por confundir a Santiago Segura o por decir que la película Airbag era extranjera. Hay, hay, hay. ¡Que tiempos aquellos en los que Pablo Carbonell y todo el equipo de Caiga quien Caiga tomaron a Espe como la diosa del programa!
Y no tenemos nunca que olvidar, que Esperanza Aguirre, tras perder las elecciones, y tras el escándalo de Tamayo y Sáez, sólo logró ganar a un derrotado Simancas por un pequeño puñado de votos. Solo logró sacarle un diputado. Esa exigua mayoría absoluta, es la que ha seguido manteniendo a lo largo de toda la legislatura.
Tan pequeña es la diferencia que todos los expertos en análisis electoral político destacan que la Comunidad de Madrid se jugaba por una horquilla de no más de cuarenta mil votos. Por eso tiene tanta importancia conocer si los Verdes finalmente no se presentan (como todo parece indicar) o si un partido como Plataforma por Madrid presenta más de las sesenta candidaturas que ya tiene anunciadas, o si el PP se traga al CDS, o que hace el PADE.
Pero todas esas previsiones se han venido abajo con un comunicado de tregua de ETA y con el consiguiente subidón electoral que cosechará el PSOE. Y una parte de ese subidón, que duda cabe, también recaerá en la Comunidad de Madrid. Ante esta circunstancia, el PSOE de Madrid, ahora llamado PSM y que tiene nombre de concesionario de coches, ha alegrado la cara y se ha lanzado, con Pepiño Blanco a la cabeza, a la reconquista de Madrid. Y a la que todos llamaban dama de hierro del PP, le han temblado las piernas. Seguramente, porque haya notado el temblor bajo su sillón.
Es ahora, cuando sus asesores comienzan a darse cuenta que las tonterías que llevan tiempo haciendo pasan factura. Y, sin ninguna duda, le pasará factura el tema estrella de la legislatura, que no ha sido otro que los planes urbanísticos que a diestro y siniestro ha lanzado el PP, con el beneplácito de la Comunidad que preside Esperanza Aguirre. Miles de firmas por aquí, manifestaciones por allí, alegaciones en tromba, etc. Eso ha puesto en pie de guerra a muchos miles de vecinos. Y, entre esos miles de vecinos, hay muchos que son votantes del PP. O, mejor dicho, eran.
Y, para intentar recobrar parte del terreno perdido, se metió de nuevo en arenas movedizas. La presidenta no tuvo mejor ocurrencia que hacerse abanderada de la inmigración, en un intento de recobrar votos para el PP. Unas se hacen falleras, pero ella se hizo abanderada. Nombró una Consejera de Inmigración y se intentó granjear las simpatías de los inmigrantes. Pero no cayó en la cuenta de que la mayoría de los votantes del PP, como la mayoría de los votantes de Madrid, están hasta las narices del descontrol de la inmigración y los problemas que este descontrol está generando. Si la Vicepresidenta del Gobierno decidió bailar vestimentas africanas, Esperanza Aguirre hizo lo propio en Madrid y aparecía tocada con gorros y ponchos bolivianos. Incluso, en una demostración de estupidez política, pidió el voto de los inmigrantes en las próximas municipales, sin dar tiempo a que nadie le dijera al oído que por, por ese camino, las cuentas no salen y que los inmigrantes van a votar mucho más al PSOE y a Izquierda Unida, que al PP.
Así que ahora, con el nerviosismo del momento, va y se plantea presentarse al Ayuntamiento para que, al calor de la mayoría de Gallardón, pueda seguir mandando en algún sitio. Pero, a lo mejor, con tanto salto mortal, puede que pierda hasta el Ayuntamiento. Lo que se iba a reír Gallardón?
Fuente:Madridpress
Mira que me cae mal la tia esta,si tuviera la mitad de carisma q Gallardon.
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