Una mujer llega a casa y le dice al marido:
- "¿Te acuerdás esos dolores de cabeza que tuve todos estos años? Bueno, pues desaparecieron."
El marido le pregunta:
- ¿No más dolores de cabeza?", "¿Que pasó?
- Mi amiga Inés me mandó a un hipnotizador, este me trató y me dijo que me pusiera frente a un espejo, mirándome fijamente y repitiendo: “No me duele la cabeza. No me duele la cabeza, No me duele la cabeza. Y funcionó! Los dolores se fueron."
- "Bueno, pues eso es maravilloso, cariño."
- ¿Y... por qué no haces tu algo parecido, ve al hipnotizador ya que hace tiempo que no cumples como marido, a ver si te soluciona algo, ein?
Y así lo hizo. Después de unas horas, ya de regreso del tratamiento, el marido llega a casa, coge a la esposa en brazos y la lleva al dormitorio. La pone sobre la cama y dice:
- "No te muevas, que enseguida vuelvo."
Se va al baño, vuelve a los pocos minutos, salta a la cama y le hace el amor apasionadamente, vamos como nunca antes lo había hecho.
La esposa dice:
- "¡Amor mío, eso fue maravilloso!"
- "¡No te muevas! Enseguida vuelvo."
Vuelve al baño, regresa y el round dos es aún mejor que el primero. La esposa se sienta y su cabeza gira como un trompo. Al terminar el marido dice nuevamente:
- "No te muevas. Enseguida vuelvo."
Dicho esto, regresa al baño. Esta vez, su esposa lo sigue sigilosamente para espiarle, y ahí lo ve parado frente al espejo, diciendo:
- "No es mi Esposa. No es mi esposa. No es mi esposa!"
