Grandes sentimientos inspiran versos tan sencillos y hermosos, grande eres cordobés errante de las estrellas, persiguiendo tu estrella particular, desde tu bella tierra, a través del cielo, no la pierdes de vista ni de día, que duerme, ni de noche... infatigable luz que ilumina tu incesante búsqueda de la felicidad...
Quien sabe que conexiones llevas encendidas a todas horas, enchufes celestiales con colores de violetas, luces sin sombras llevadas desde lejos, con la frágil estructura vigilada y mimada como si de luciérnagas de la noche se tratasen...
Vidas paralelas cercadas por los designios arcanos, terrenos y desterrados que no sucumben al chantaje más cercano y destructivo, soportan desmanes y acechanzas destructoras... porque su amor no es terrenal ni se deja vencer por extrañas amenazas, triunfa cada día renaciendo entre flores y cenizas de bosques inexistentes y vívidos, refulgiendo sus mejores luces, que revisten las noches de sentimientos… que atraviesan océanos y surcan los cielos más tormentosos...
De entre los vivos surgen esos seres extrañamente familiares y curiosamente lejanos a la vez, como faros en la lejanía que guían los extravíos de propios y extraños...
Ser siempre desde lejos lo más cercano es en mi deseo, parecerme a vosotros en mi convivir humano, gracias por ser y existir, por vivir ese amor tan humano y extraterreno, por lo lejano.
Ser felices siempre es vuestro destino una vez reunidos, una vez juntos y cercanos.
Ser felices es nuestro haber y deber,
y vuestro diario encargo.
Ser felices.
DF
