Aqui voy con un poco de informacion que les ayude a determinar su respuesta mas certeramente..... Espero que les sea util 
¿Soy eyaculador precoz? Sobre cualquier problema sexual, debido al tabú que siempre ha supuesto el sexo, se acostumbra a posar una densa nube de dudas. Fruto de estas dudas, nace poco a poco un cúmulo incesante de mitología, que ayuda a desconcertar aún más al ser humano. Pero si hay un problema característico de esta incertidumbre creada, éste es sin lugar a dudas la eyaculación precoz.
1. ¿Qué es?
1.1. Criterio temporal
1.2. Según los movimientos pélvicos
1.4. Definición basada en el control voluntario
1.3. Considerando la respuesta sexual femenina
2. Causas
2.1. Problemas de aprendizaje en el control
2.2. Ansiedad
2.3. Falta de conciencia sensorial
3. En resumen...
1. ¿Qué es?
Común. Entre un 30 y un 45 por ciento de los españoles padecen este problema.
Quien más y quien menos se habrá preguntado alguna vez si era normal eyacular tan pronto en sus primeras relaciones sexuales. Es posible que un número elevado de hombres también haya contrastado con sus amigos el tiempo que eran capaces de aguantar en sus relaciones con el fin de comprobar si tenían algún tipo de problema.
Muchas mujeres también se habrán preguntado o habrán consultado con compañeras suyas por el tiempo en el que sus parejas mantenían el coito sin llegar al orgasmo.
Y es que hasta los propios teóricos y terapeutas sexuales han tenido enormes dificultades a la hora de elaborar una adecuada definición de lo que es la eyaculación precoz.
1.1. Criterio temporal
En un principio se intentó definir la eyaculación precoz según el tiempo que transcurría hasta que la persona eyaculaba. Algunos centros de tratamiento consideraban que si un hombre lo hacía menos de un minuto después de la penetración vaginal era un eyaculador precoz.
Sin embargo otros grupos utilizaban como criterio temporal un minuto y medio o dos minutos. Se comprobó posteriormente que el criterio temporal es en exceso subjetivo y que nadie puede establecer un período de tiempo exacto que determine lo que es o no eyaculación precoz.
Algunos hombres con eyaculación precoz severa pueden eyacular en cuanto su pene toca la entrada de la vagina, incluso antes de la penetración. Sin embargo hay personas que padecen eyaculación precoz a pesar de que en ocasiones pueden demorar el orgasmo durante algo más de tiempo, mediante una incesante lucha contra la eyaculación que hace imposible el disfrute sexual.
1.2. Según los movimientos pélvicos
Otro intento similar de buscar un criterio objetivo de detección fue el que hablaba de la eyaculación precoz en términos de movimientos pélvicos durante el coito. Pero, ¿cuál es la cifra de movimientos que determinan una eyaculación precoz? ¿menos de cuatro movimientos coitales?, ¿menos de 10?, ¿hay que tener en cuenta la velocidad de estos?
Al igual que en el caso anterior, se encontró que tampoco era adecuado este acercamiento.
1.4. Definición basada en el control voluntario
Fue Helen S. Kaplan quien finalmente acertó a encontrar una definición más adecuada para el problema. Según esta definición, la característica esencial para el diagnóstico de la eyaculación precoz es que el hombre carezca de un control “razonablemente voluntario” sobre la eyaculación, con el resultado de que llega al clímax involuntariamente, antes de desearlo.
Se convierte el control “razonablemente voluntario” desde ahora, en el criterio esencial para el diagnóstico de la eyaculación precoz. Para entender mejor esta definición es preciso analizar las diferencias en las fases de la respuesta sexual masculina entre una persona que padece este problema y otra que no.
Durante la fase de excitación, que se caracteriza principalmente por el aumento progresivo de la erección, no tienen por qué existir necesariamente deferencias entre una y otra persona. Es la fase de meseta la que determina la presencia o no del problema, ya que mientras en un hombre normal esta fase tiene una duración, mayor o menor, pero siempre diferenciable de la fase de orgasmo, en un hombre que padezca eyaculación precoz la distinción entre una y otra fase es prácticamente inexistente.
Debemos valorar la importancia de este hecho, ya que en la fase de meseta la excitación va creciendo hasta un punto, conocido con el nombre de “punto de no retorno”, en el que, como su nombre indica, la eyaculación es inminente. Una persona que no sufra el problema mencionado, sabrá percibir la aproximación de este punto y detener así la eyaculación.
Una persona con eyaculación precoz sin embargo, no podrá detectar el momento en el que se acerque este punto, pasando rápidamente de la excitación al orgasmo sin poder controlar el paso de uno al otro.
1.3. Considerando la respuesta sexual femenina
Master y Johnson propusieron que se considerara eyaculación precoz si en más del 50 por ciento de las ocasiones el hombre eyaculaba antes de que su pareja sexual alcanzara el orgasmo.
Pero esta definición cuenta con un grave problema. La mayoría de las mujeres no suelen alcanzar el orgasmo con la penetración vaginal únicamente. Estas mujeres sexualmente sanas suelen llegar al orgasmo si reciben una estimulación directa sobre el clítoris antes, durante o después del coito.
2. Causas
Puesto que los casos de eyaculación precoz debidos a problemas médicos son muy excepcionales, nos ocuparemos, aunque brevemente, de las diferentes causas psicológicas de la eyaculación precoz.
2.1. Problemas de aprendizaje en el control
Es fácil darnos cuenta de cómo se ha podido producir este mal aprendizaje. En las primeras experiencias masturbatorias masculinas los adolescentes se masturban de una manera cuasi compulsiva, tratando de llegar al orgasmo lo más rápidamente posible.
Seguro que todos conocemos alguno de los juegos que practican muchos adolescentes encaminados a este fin. A menudo los chavales compiten para ver quién es el más rápido en esta tarea. Con este tipo de juegos no es de extrañar que se tengan problemas en el control eyaculatorio.
Si a este primer aprendizaje le sumamos después una primera relación sexual en lugares incómodos (coche, portal, campo…) y con miedo a que alguien los descubra, con las prisas que ejerce ese temor a ser descubierto, o el tener que llegar pronto a casa, empezamos a entender mejor lo que sería el caldo de cultivo de un futuro problema con el control eyaculatorio.
2.2. Ansiedad
La ansiedad ante la ejecución es primordial para explicar muchos de los casos de eyaculación precoz. Esta ansiedad que en un primer momento es inherente al hecho de tener que enfrentarte por primera vez a una relación sexual, puede convertirse después en una tónica, por el temor a no estar a la altura, o de volver a eyacular demasiado pronto… “Como pasó la última vez”. Esta segunda ansiedad que acompaña a quien ha sufrido una primera experiencia sexual negativa, es la causante de que un problema que se inició en el pasado, se siga manteniendo en el futuro.
2.3. Falta de conciencia sensorial
Es frecuente la obsesión adolescente por llegar lo antes posible al clímax en la masturbación. Así no tienen la oportunidad de aprender a reconocer las diferentes sensaciones que produce el fluir de la respuesta sexual, apreciando los matices del incremento progresivo de la excitación y el cómo se van aproximando al mencionado “punto de no retorno”.
Esto podría bastar para entender el origen de esta falta de conciencia sensorial en todo el cuerpo, pero sobre todo en los genitales, de las sensaciones que preceden a la eyaculación. Pero aún hay más.
Otra obsesión masculina es aguantar cuanto más mejor practicando el coito. No faltan “consejos” de los compañeros o textos en medios de divulgación mal enfocados para ser capaz de aguantar aún más en tus relaciones sexuales. El surtido de consejos es amplio, contar hacia atrás de tres en tres, repasar la alineación de tu equipo favorito e incluso retener en la mente imágenes desagradables.
Estos consejos tienen en común el tratar de desviar la atención del acto que se está realizando. Como es de suponer, no parece una buena manera de aprender a percibir y diferenciar las sensaciones que se producen durante el coito. Recordemos la importancia de detectar la sensación que anuncia el punto de no retorno.
3. En resumen...
Nos gustaría animar a los lectores a que exploraren su cuerpo, sus sensaciones, a conocer cada rincón de sus zonas erógenas. Desde el pie hasta la nariz, pasando por el ombligo. Cuanto más familiarizados estemos con nuestra respuesta sexual y con nosotros mismos, mayor será el benefició físico y mental que extraeremos de nuestra sexualidad.
José Bustamante y Juan J. Borrás Valls
Instituto de Psicología, Sexología y Medicina Espill (
www.espill.org)
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