Días de amores muertos que sangran
por la heridas tan viejas, que curiosos
atraen, por lo viejo y por las grietas,
reventado ya de tanto mal amor
Alternan con los días de nuevos amores
que viven pocas glorias, pero disfrutan
del vivir nuevas historias, como las frutas
ya maduras desechadas, ahora secas de sinsabores.
Viejas heridas, dejadas por el tiempo
alejadas del momento, relegadas por lo nuevo
sangre quebrada derramada, fuego apagado
que no quema… heridas hechas hace tiempo.
Quejas que se llevó el viento
humos que ni siquiera ahumaron
otros tiempos que quizás ni pasaron
hojas que cayeron antes de haberse marchitado.
Quiero dejar constancia y no puedo
de amores regurgitados por la costumbre
de los desencuentros, antes de ser, ya olvidados
como hierros recién cortados, y ya con herrumbre.
Ahogo mis penas en ron, añejo como el viejo amor
mezclado con el sabor de la cola, oscura y burbujeante
le dan un nuevo look, dulce y amargo el sabor
queriendo ser, amalgama de amores, pero tan relajante.
Dulces horas nos esperan, lejos de tanto bullicio
apartados de todo y reunidos sin temores
los nuevos tiempos y sus sesiones de amor, a su servicio
dejan prestos para, ser amados y… tener amores
DF
