La madre de Alba no sospechaba de su compañero pero admite que «la chica le tenía miedo»
La menor experimenta una mejoría y recupera cierta actividad cerebral
Barcelona.- Ana María C.F., la madre de Alba, la chica de 5 años hospitalizada en estado grave por haber sufrido malos tratos, declaró a EFE-TV que «nunca vi nada extraño» en el comportamiento de su compañero sentimental, Francisco Javier P.E., detenido por este caso, aunque ha reconocido que la chica le «tenía miedo». Según Ana María, «Francisco trataba muy bien a Alba aunque no tanto como a su hija Maite», cosa que ella se explica teniendo en cuenta que no era su padre.
Ana María reconoció que Alba era una chica triste y que, según su psicólogo, «tenía un principio de depresión». «Lo primero que quiero -declaró- es que Alba se recupere y, segundo, que (Francisco Javier P.E.) pague», aunque afirmó que «por muchos años de cárcel que le caigan nunca pagará lo que ha hecho».
Ana María C.F. explicó que de no poder tener ella la custodia de su hija Alba «desearía que la tuviera mi madre} y se ha opuesto a que su padre biológico, Alvaro C., que ya ha reclamado la custodia de la chica, la obtenga: «no se la merece porque nunca se ha preocupado por ella», ha argumentado. Según la madre, cuando Alba es avisada de una inminente visita de su padre biológico, dice «el papa no, el papa no».
Alba C.C., de 5 años, fue ingresada en coma en el hospital del Valle Hebrón de Barcelona el pasado sábado al haber sufrido malos tratos, presuntamente, infringidos por el compañero sentimental de su madre, Francisco Javier P.E., que se encuentra detenido, mientras que la madre de la pequeña, que también fue detenida, está en libertad con cargos.
Ana María C.F. relató que el pasado sábado se disponía a ir a la feria de Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona), junto su compañero y las dos niñas, pero Francisco P.E. y Alba se quedaron solos unos minutos en el piso mientras ella bajaba con Maite.
Después de una espera de varios minutos y de tocar reiteradamente al timbre de la vivienda, Ana María subió a buscarlos y vio como Francisco bajaba corriendo con la chica en brazos. «Estaba medio muerta, inconsciente y pálida, y me puse muy nerviosa», ha dicho la madre que explica que entonces le tocó la nuca y pensó que «estaba mojada como si se la hubiese lavado». Al preguntarle a Francisco por qué había tardado tanto en bajar, él le dijo que había visto a la chica inconsciente en el suelo y la había intentado reanimar porque era socorrista y había trabajado doce años en la Cruz Roja.
«Había sangre por todas partes»
Al día siguiente, al volver a su casa tras haber pasado toda la noche en el hospital, Ana María dice que se «derrumbó» al ver que «había sangre por todas partes. Vi el cinturón de albornoz atado a la pata de la silla y por la forma en que estaba creo que ató a la chica con ese cinturón».
La madre de Alba ha dicho que los médicos que atendieron a su hija le explicaron que, a juzgar por las lesiones que tenía, era «como si Alba se hubiera caído de una altura de diez metros».
Por otro lado, la chica ha iniciado una «mejora dentro de la gravedad», según informó ayer el centro hospitalario. Según fuentes médicas, se ha producido una ligera mejoría del edema cerebral de la chica. Las mismas fuentes han precisado que ha disminuido la necesidad de ventilación que tiene la chica para respirar y que parece que al disminuir la sedación farmacológica da signos de actividad cerebral compatibles con una eventual recuperación
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