me sentí segura al escuchar su voz en mi cerebro, al sentir su mano en mi cabeza y me senté en la orilla de la cama, de espaldas, para verlo mejor... amanecía muy temprano, demasiado y me senti cerca, sin distancias, unidos estando separados de por vida por un silencio azul q envolvia las paredes perezosas.
Muy bonito, Canela...pero muy triste para leerlo en domingo..
