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Autor Tema: Todo lo Kura  (Leído 2129 veces)
Yoda
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nunka digas nunka


« : 17 de Julio 2005, 08:40:06 »

Los expertos garantizan que el sexo   mejora la saluD. Además, se consigue sin receta médica y no tiene efectos secundarios.
 
Unos estudiantes (ella y él) de 14 años en Lesotho, al sur de África, fueron pillados con algo más que las manos en la masa durante una excursión escolar. La excusa que dieron a sus preocupados padres fue sencilla: el sexo, es bien sabido, cura las espinillas. La verdad es que los avispados estudiantes estaban, en parte, en lo cierto: el coito es espléndido para la salud de la piel, especialmente la femenina.
 De ahí ese fulgor especial que, se dice, proyecta una mujer tras el disfrute sexual.
La explicación es más sencilla: aparte de ser una actividad vigorosa que causa sudoración (limpieza de poros), los estrógenos liberados durante el orgasmo dan brillo al pelo y alisan y relajan la piel.
O sea, que el sexo merece la pena.
En la mayoría de los vertebrados, la reproducción es imposible sin copular. Por eso, desde el punto de vista darwiniano puede afirmarse que la razón misma de nuestra existencia es encontrar con quién hacer el amor. Así, no es raro que nuestro cuerpo reciba el sexo no sólo con el equivalente neurológico de un “chute” de heroína, sino con una mejora generalizada de la salud.
Parece mentira, pero los datos cantan: reducida mortalidad, menos resfriados, mejor olfato, estados de ánimo más optimistas, endurecimiento de músculos y huesos, adelgazamiento, menores riesgos de infarto de miocardio y apoplejía, menos dolores de cabeza y hasta mejor dentadura; todos esos son los efectos de una activa vida sexual. Hasta tal punto que, según un neuropsicólogo escocés, el sexo es una verdadera fuente de juventud que lentifica el envejecimiento.
Hablamos de una actividad que multiplica el ritmo cardíaco, que pasa de una media de 70 pulsaciones por minuto hasta 180 en el momento más interesante. Lo cual implica un gasto energético, valorado en unas 200 calorías aproximadamente; el equivalente de un buen partido de pádel. O visto de otra forma: practicar sexo una vez a la semana durante un año es fisiológicamente como correr un maratón. Y seamos sinceros: es mucho más agradable.
En efecto, buena parte de los salutíferos beneficios de la práctica del sexo vienen de su cualidad de vigorosa actividad atlética, al alcance incluso de los más sedentarios. La activación cardiovascular hace que los asiduos de esta forma de ejercicio tengan una reducida tasa de mortalidad; estudios publicados en 1997 por médicos irlandeses demostraron que entre 1.000 varones de mediana edad aquellos con más orgasmos redujeron a la mitad su tasa de mortalidad a lo largo de 10 años; un dato impresionante. Estudios posteriores cuantificaron que 3 a 4 episodios semanales de sexo recortan a la mitad el riesgo de ataque cardíaco o cerebral. Y hay más. El consumo de calorías, en sí mismo, es bueno para la salud, como lo es ejercitar la musculatura que se utiliza durante la coyunda, incluyendo la zona pélvica, los muslos, el abdomen y el tórax, el cuello, los brazos… La cama no se incluye como deporte olímpico, pero comparte con estos otro de los beneficios del ejercicio físico: reduce el colesterol.


Como es lógico, entre los principales beneficiados del ejercicio sexual están los propios órganos sexuales y sus alrededores inmediatos. La mujer experimenta durante el orgasmo toda una serie de cambios. Los músculos de la pelvis y de la zona inferior del útero se contraen. El clítoris se retira bajo su capuchón. Un paquete muscular denominado plataforma orgásmica, situado en la parte inferior y en la entrada de la vagina, experimenta una serie de rítmicas contracciones (entre 5 y 15) que tienden a “cerrar” la entrada vaginal y abrazan el pene. La propia vagina se ha acortado poco antes del clímax en un 30%, y se ha engrosado su pared. El esfínter anal y el uretral externo sufren también rítmicos espasmos. Todos estos cambios actúan de una forma parecida a los famosos ejercicios Kegel, esas contracciones de la base de la musculatura pelviana que se recomiendan para fortalecer el control de la orina en edades avanzadas. Las contracciones también ayudan a mantener todo el conjunto flexible y ágil, lo que es de gran importancia durante el parto. De hecho, las mujeres que abandonan por completo el sexo pueden desarrollar atrofia vaginal tras la menopausia.
Por su parte, en el orgasmo el varón experimenta entre 3 y 8 contracciones en la uretra, a intervalos de 0,8 segundos aproximadamente, lo cual expulsa el semen: es la eyaculación. Pero esto no es nada: estructuras situadas entre los testículos y el pene (como los vasos deferentes y la próstata) también se contraen, al igual que lo hace rítmicamente el ano. El esfínter de la vejiga urinaria, en cambio, tiende a relajarse. Este fortalecimiento es un equivalente de los ejercicios Kegel, que supuestamente sirven en el varón para retrasar la eyaculación.
La propia eyaculación puede ser buena para la salud, ya que actúa nada menos que para prevenir el cáncer de próstata, el segundo más común (y mortal) en el varón. Algunos estudios indican que la eyaculación frecuente en la juventud reduce a un tercio las probabilidades de padecer esta dolencia, aunque las causas no están claras. Una teoría indica que la próstata y las vesículas seminales, al concentrar diversas sustancias de la sangre con el fin de crear la base acuosa del semen, también concentran sustancias nocivas, que quedan allí almacenadas si no hay eyaculación.
Mejor echar fuera a menudo los cancerígenos. Ahhhhh !!

 
 

 



 
 
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nunka digas nunka


« Respuesta #1 : 17 de Julio 2005, 08:42:19 »

Mientras tanto, en el cerebro…

Todas estas cosas buenas ocurren en el cuerpo cuando se le da gusto. Pero mientras tanto, el principal órgano sexual del ser humano, el cerebro, también está ocupado. Y no pocas de sus acciones repercuten además en la salud física. En la década de 1970, el doctor Beverly Whipple, de la Universidad Rutgers, en Nueva Jersey (EEUU), identificó el punto G, el interruptor vaginal de la excitación femenina, y demostró que una ligera presión sobre dicho punto G elevaba los umbrales de dolor en un 40%, y que durante el orgasmo las mujeres podían soportar hasta un 110% más dolor. Sin embargo, no pudo explicar esta relación hasta que no se inventó la resonancia magnética funcional (fMRI).
Al utilizarla para observar los cerebros de mujeres que tenían gran facilidad para alcanzar el orgasmo mientras llegaban al clímax –bien fuera con la ayuda de estímulos visuales, bien por autoestimulación–, Whipple descubrió que el centro corporal de mitigación del dolor, situado en el cerebro medio, se activa durante los momentos de mayor excitación. Esta parte del cerebro emite señales que ordenan al cuerpo liberar endorfinas y corticoesteroides, capaces de adormecer temporalmente durante unos minutos las terminaciones nerviosas responsables de todo tipo de molestias, desde los calambres menstruales a la artritis y la migraña. La activación de esta zona también reduce la ansiedad y tiene un destacable efecto calmante.
Muy poco antes del orgasmo, el hipotálamo quintuplica los niveles normales de oxitocina, una potente hormona estrechamente relacionada con el apareamiento y la reproducción. Entre sus funciones están el favorecer el emparejamiento, al provocar sensaciones de cercanía emocional; favorecer la lactancia y el comportamiento maternal; ayudar a las contracciones uterinas durante el parto y coadyuvar a la expulsión de semen durante la eyaculación. No es la única hormona que aumenta bruscamente de concentración; con toda probabilidad, la oxitocina es la señal que dispara toda una cascada química.

Antidepresivo natural


El estallido químico estimula la producción de DHEA, precursora de las hormonas sexuales estrógeno y testosterona. La DHEA está asociada con la prevención o el alivio de enfermedades tan diversas como la depresión, la diabetes, la obesidad, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, la osteoporosis, la enfermedad de Parkinson, los altos niveles de colesterol y los problemas cardiovasculares, las enfermedades autoinmunes… Los altos niveles de DHEA se han asociado a la longevidad y el incremento de masa muscular, por no mencionar la mejora de la libido (nada desdeñable). Lo que sí está comprobado empíricamente es que las personas que practican poco sexo son más propensas a la depresión. Y que hacerlo una o dos veces por semana reduce un 30% la susceptibilidad a los resfriados y gripes, al elevar los niveles de inmunoglobulina A. Una cantidad mayor de DHEA se asocia con la secreción de hormonas sexuales, que, por sí mismas, tienen poderoso efectos en el cuerpo, desde el reforzamiento óseo al aumento de las defensas, pasando por el fortalecimiento de los músculos, lo que incluye al corazón.
Durante el orgasmo se liberan dopamina y norepinefrina, que provocan sensaciones placenteras y estimulan a su vez la liberación de oxitocina. Para colmo, el cerebro también libera endorfinas, sustancias que actúan como la morfina y que no sólo contribuyen a eliminar dolores, sino que causan una agradable sensación de borrachera. De esta forma, contribuyen al “subidón” del enamoramiento.
En resumen, podría decirse que el cerebro procura por medio de sus secreciones que el resto del cuerpo disfrute cuando él mismo lo pasa bien. Otros beneficios del sexo, más o menos comprobados o explicados, incluyen un posible efecto antidepresivo del semen masculino en mujeres, ausente cuando se usan preservativos. O la intrigante posibilidad de que la dentadura se beneficie de compuestos anticaries presentes en el fluido seminal, claro que sólo en casos “muy particulares” que dejamos a la imaginación del lector.


El caso de la autocuración

Para aquellos que no tengan con quién, les queda el consuelo de que la masturbación es tan sana como el sexo en pareja. Las estadísticas dicen que una gran mayoría de hombres y mujeres se masturban con mayor o menor regularidad sin daño alguno. El único efecto que puede provocar un exceso de masturbación es el mecánico: problemas de inflamación o escozor derivados del “excesivo uso”. Por lo demás, no causa impotencia en el varón, ni anorgasmia en la mujer, ni tampoco pérdida de la vista, ni debilidad o reducción de inteligencia en nadie.

Los excesos se pagan… si eres hombre

Demasiado sexo puede hacerte daño. Pero sólo a los hombres. Aunque era algo teórico antes de la llegada de medicamentos como Viagra, Levitra y Cialis, ahora es posible crearse serios problemas de sobredosis de sexo. La cosa es que el tejido cavernoso del interior del pene almacena sangre a elevada presión durante la erección, lo cual implica que el suministro se corta: durante la erección no hay flujo de sangre hacia y desde el interior del pene. Eso hace necesario un descanso de vez en cuando, para permitir el intercambio de la sangre gastada por nueva; de lo contrario, es posible que algunos músculos del interior padezcan deficiencia de oxígeno. Lo cual ocurre en la enfermedad denominada priapismo, antaño rara, pero hoy creada artificialmente. 



 
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nunka digas nunka


« Respuesta #2 : 17 de Julio 2005, 08:43:42 »

 
Que no se escape la energía vital

Si un orgasmo es saludable, ¿qué pasa si tenemos dos, o tres o cuatro? Hay que decir  que no es un mito. Existe y puede experimentarse en ambos sexos, aunque es mucho más común en la mujer que en el varón. En las mujeres, una vez alcanzado el orgasmo se puede obtener otro si el estímulo perdura. Pero no todas las mujeres, y no siempre. A veces se sensibilizan tanto el clítoris y otras zonas erógenas, que cualquier contacto posterior es desagradable, casi doloroso. En el varón, en cambio, el orgasmo va seguido normalmente de un denominado “período refractario” en el que el pene se desinfla e impide nuevos orgasmos. Para evitarlo, hay un método que viene de Oriente y que se está popularizando. Recibe el nombre de sexo tántrico y, además de todo un ritual amatorio, incluye un paso a paso de cómo retener la eyaculación durante el orgasmo para, así, no perder la erección y poder continuar con el asunto. La ventaja, dicen, es que así el hombre no pierde la energía vital que se desperdicia con la eyaculación. Habrá que probar.

Las heridas cicatrizan mejor con dosis de amor

En 1999, un experimento en el que participaron más de 100 estudiantes americanos reveló que los niveles de inmunoglobulina, un anticuerpo antimicrobiano, en los que practicaban el acto sexual una o dos veces por semana eran un 30% más elevados que en quienes no lo practicaban en absoluto. Curiosamente, los que tenían relaciones sexuales más de dos veces por semana tenían los mismos niveles que los célibes. ¿Podría indicar esto que existe un nivel óptimo de frecuencia sexual para  mantener en forma las defensas del organismo?  Desde entonces, un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia estudia cómo afecta el sexo a otra función inmunológica: la curación de las heridas. Utilizando inyecciones de oxitocina como sustituto para provocar la excitación, descubrieron que las heridas del lomo de unas ratas de laboratorio se curaban el doble de rápidamente bajo la influencia de la hormona que sin ella. Para averiguar si tiene el mismo efecto sanador en las personas, Glaser, de la Universidad Estatal de Ohio, y su esposa, la psicóloga Janice Kiecolt-Glaser, están enrolando a parejas en un estudio nada ortodoxo en el que provocan ampollas en el brazo de cada cónyuge y después les aplican un dispositivo para recoger el suero. Durante 24 horas, las parejas hablan sobre aspectos positivos de su matrimonio y de sus relaciones con amigos, así como sobre puntos
de conflicto como las finanzas o las familias políticas. Los Glaser analizarán cómo cambian los niveles de
oxitocina a lo largo de esas conversaciones, al igual que los niveles de curación.


Pepe Cervera


 
« Última modificación: 17 de Julio 2005, 08:45:31 por Yoda » En línea

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« Respuesta #3 : 17 de Julio 2005, 11:01:48 »

 Aplaudir Aplaudir Aplaudir Aplaudir Aplaudir Aplaudir Aplaudir

me encanta la cultura sexual  ok ok

Cita de: yoda
Los excesos se pagan… si eres hombre
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lo q faltaba, ahora habrá q dosificar  Ahhhhh !! Ahhhhh !!
« Última modificación: 17 de Julio 2005, 11:04:03 por elduke450 » En línea

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« Respuesta #4 : 17 de Julio 2005, 11:05:53 »

Cita de: yoda
De ahí ese fulgor especial que, se dice, proyecta una mujer tras el disfrute sexual.
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eso es verdad, pero tambien la ponemos nosostros  Afro Afro
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« Respuesta #5 : 17 de Julio 2005, 11:07:34 »

Cita de: yoda
la razón misma de nuestra existencia es encontrar con quién hacer el amor.
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si es lo q siempre digo yo, en cuanto salimos a la calle vamos d caza y captura jajajajajja Besito Besito
« Última modificación: 17 de Julio 2005, 11:14:14 por elduke450 » En línea

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« Respuesta #6 : 17 de Julio 2005, 11:13:04 »

Cita de: yoda
reducida mortalidad, menos resfriados, mejor olfato, estados de ánimo más optimistas, endurecimiento de músculos y huesos, adelgazamiento, menores riesgos de infarto de miocardio y apoplejía, menos dolores de cabeza y hasta mejor dentadura; todos esos son los efectos de una activa vida sexual. Hasta tal punto que, según un neuropsicólogo escocés, el sexo es una verdadera fuente de juventud que lentifica el envejecimiento.
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con tanta ventajas ¿pq no estamos permanentemente dándole al asunto?Huh
« Última modificación: 17 de Julio 2005, 11:14:51 por elduke450 » En línea

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« Respuesta #7 : 17 de Julio 2005, 12:53:39 »

muy buen artículo... karmita
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« Respuesta #8 : 17 de Julio 2005, 13:54:57 »


karmazo Yoda, toda la razon  Alabar Alabar
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« Respuesta #9 : 18 de Julio 2005, 18:37:21 »

karmita pa ti yoda
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