Primero: Me cuesta muuuuuuuuuucho creer que haya un colegio en España que en el siglo XXI haga a principio de curso una subida de bandera (me pregunto qué bandera se iza, por cierto) mientras se gritan consignas de principios del siglo pasado. Época y siglo histórico al que nuestro entrañable y (estúpidamente) sonriente Presidente Zapatero se empeña en volver a llevar a España.
Segundo: Lo de la chica catalana de 13 añosm, triste y lamentablemente no me sorprende. La culpa de todo ello la tienen los políticos nacional socialistas catalanes, que no los catalanes. Repito: Que no los catalanes. (Lo digo dos veces porque estos mismos políticos han conseguido que los catalanes se crean que cualquier crítica que se haga a los políticos catalanes va dirigida contra los catalanes, y no es así. Repito: y no es así) Se critica a los políticos. Nadie dice nada contra los catalanes.
Qué listillos son estos nacionalsocialistas catalanes (los políticos). Qué bien conocen las teorías hitlerianas de control de las libertades (véase CAC, control de medios de comunicación...) y de exaltación del orgullo nacional como medio de afianzación y elevación al poder...
Tercero: Hace unos años (bien pocos) resulta que no pasaba nada si uno era catalán, extremeño, manchego o de Almuñécar. Hoy algunos políticos nacionalsocialistas pretenden que unos hombres tengan más y mejores derechos que otros, dentro de un mismo sistema administrativo común llamado España (y lo digo sin ningún tinte patriotero, que a mí esto de España me aburre, francamente. Preferiría ser de algún país civilizado europeo, o de los USA como Karycya (un besito guapa), que allí alguien con dos dedos de frente es siempre bien recibido, pero por desgracia me ha tocado nacer y ser de este precioso e inculto país lamentablemente lleno de personajes ciegamente orgullosos, corruptos, vagos, holgazanes y patanes)
Cuarto: Es patético que se discuta legislar en plano administrativo sobre sentimientos: ¿Cómo se puede regular un sentimiento? El sentimiento de ser catalán, el sentimiento de ser asturiano, etc. ¿Quién dice cómo puede uno sentirse de uno u otro sitio? ¿Quién dice cuándo es uno catalán, o madrileño, o asturiano? ¿Por exclusión? Eso es fascismo, racismo, intolerancia. En Madrid (con gobierno del PP) TODOS somos madrileños. Ahí queda eso.
Más patético aún, si cabe, es pretender que, en un Estado social (asimétrico según quieren los políticos catalanes), democrático (asimétricamente, según quieren los políticos catalanes)y de derecho (de momento, porque ya las administraciones comienzan a incumplir las sentencias de los Tribunales), por ser catalán, extremeño o de Cogorcios gilipórticos del Bollullo (doquiera exista tal lugar), alguien defienda que se es más digno de derechos que el vecino que forma parte de una misma unidad administrativa reconocida por todos los Estados. Eso forma parte consustancial de una doctrina que en su día defendió ardientemente un señor llamado Hitler.
Hmmm... Me pregunto si los planes de estudios de los políticos catalanes le dan importancia a este señor, o se limitan tan sólo al cómo y el por qué del nacimiento de la barretina. Ese símbolo nacional... (Nótese el tono irónico-crítico de este último párrafo)
Quinto: Saludos a todos. He vuelto a la trinchera (mientras el trabajo me deje)
