Sublime Tristeza

Sublime tristeza

Sublime tristeza, que mi alma llenas
tú sabes que no puedo tenerla
ni mi boca pronunciarla
y sabes que mis palabras vuelan
atravesando llanos, montañas y sierras
sin importar la distancia que nos separa,
sin importar el tiempo
ellas llegan a destino
y en un halo, desesperadas intentan tocarla
no en mente, ni en cuerpo
sino en lo más profundo de su ser
intentan en vano, colmarla de amor.

Mis palabras regresan otra vez
y otra vez consigo traen las respuestas
de un corazón en el que no tengo cabida
de alguien que no puede, ni podrá amarme
y yo seguiré aquí
sólo, aunque contigo de compañía,
triste,
sintiendo como tu presencia
hace brotar de mi piel y de mis manos
este licor amargo
que transformado en verso
parece tan dulce como la miel.

Sublime tristeza, que me atrapas en la sombra
tu oscura capa me rodea
entre la multitud, a la deriva, estoy solo
tratando de encontrar una luz,
un camino, una salida
en este mar de dudas
y de sentimientos confusos.
He tratado de ignorarme y convencerme
inútilmente que no la amo.
y mientras el tiempo pasa por mi lado,
burlándose de mi, riéndose en mi cara,
mi corazón sigue herido

Taciturno... me preguntan si estoy triste
yo respondo “estoy cansado”
pero sabes, y también sé
que tú y yo somos uno hace tiempo
tristeza y hombre, hombre y tristeza.
Mientras te encuentres aquí
de mi dolor, nada a ella le diré
que cuando pregunte como estoy
contestaré “muy bien”, y no sabrá que miento
ni sabrá que por desprenderte de mi
lucho sin esperanzas
contra la roca del destino

Sublime tristeza, déjame contarte
que alguna vez fui grande, fui fuerte
y hoy me siento pequeño
tu peso me aprieta, me constriñe
preso, entre la soledad y el desconsuelo
desde que ella, sin saberlo, entró en mi vida
sin quererlo, inocente, me ató a ti
me confinó para siempre, sin regreso.
No está en sus manos salvarme,
nuestras vidas son dos trazos
que a cada segundo se alejan,
y la distancia crece, como crece mi desdicha

Mis lagrimas siguen y siguen brotando
y como librándome de ti, me consuelan
en su cauce te arrastran,
pero como siempre, sólo es un segundo
y sólo en un momento
en el divagar de mi mente, vuelves
así como vuelven los recuerdos,
de su risa y de su aroma.
Mis manos querrán alcanzarla
pero solo rozarán el aire
y ni siquiera una brisa llegará
a decirle que hoy, su mirada me hace falta

Sublime tristeza, ya no quiero que te vayas
porque después de tanto tiempo
a ti ya estoy acostumbrado
y aunque me duelas y me desangres
eres el precio a pagar
por atreverme a soñar despierto
por soñar imposibles
Y mientras lentamente me matas,
en mi corazón y en mi mente
nace su imagen, vive su voz
que va creando este canto desgarrado
por eso eres, tristeza ... tan triste y sublime

(Para Mariela)