Siempre me han dicho que para querer a algiuen primero debería quererme a mi mismo... es mi asignatura pendiente.
Con el tiempo he descubierto que para hacer feliz a alguien no tienes simplemente que estar ahí cuando te necesite, darle cariño, apoyo y refugio... también tienes que mostrarle tu felicidad, tiene que entender el "milagro" que supone para ti su presencia y la luz que te ilumina cada vez que te mira. Muchas veces nos esforzamos en hacer feliz al otro cuando en realidad es más sencillo dejar que vean la felicidad en nuestros ojos y consigan entender que es por ellos.
Como dice Zumbón la felicidad está en cada uno, no se puede fabricar una para nadie
