Fuente: AS
Articulo de Tomas Roncero.
Lo dijo en el Euroforum Felipe II de El Escorial, escenario paradisiaco en el que cuenta la leyenda que Ava Gardner se veía con Dominguín, que Hemingway curaba aquí sus volcánicas resacas de los San Fermines, que Azaña escribió en su espectacular terraza sus memorias y que Lola Flores celebró su boda con el Pescaílla. Me refiero a Butragueño. El pasado martes les contó a los estudiantes la gran verdad del futbolista moderno: "Yo debuté con el Real Madrid en 1984 y existía el derecho de retención. Acababa mi contrato en el 86 y no me hubiese podido ir jamás. Pero en 1985 hubo una huelga de jugadores y
apareció el Real Decreto 1.006. Eso nos abrió las puertas y Ramón Mendoza me renovó por una cantidad justa...". El Buitre quiso transmitir a los chicos que desde hace veinte años es el futbolista el que decide su futuro, por encima de compromisos contractuales. Ocurrió con Zidane, con Ronaldo y con Beckham. Por cierto, le bastó a David pisar Singapur para hechizar al COI y ganar la Décima para London.
Robinho ha gritado "libertad" y sabe que ganará el pulso. El tal Teixeira va asumiendo su derrota ante la fortaleza anímica mostrada por este talentazo de 21 años. Hasta Gerrard, todo un capitán del campeón de Europa, no ha sabido soportar así de bien la presión. Robinho sabe que con la ley en la mano a Teixeira le queda sólo la opción de pactar un precio justo con Florentino. Pero será alto. Robinho lo vale. Presidente, no regatees, que eso queda para el futuro galáctico del Bernabéu. ¡Fíchalo! Por 25 o por 30 millones. ¿Acaso no costó 75 Zidane? Lo bueno es tan caro como rentable. Fíjate lo bien que te fue así en tus primeros años. ¿O no, Florentino?
Que pongan un precio que les parezca justo a ambos y que se termine la polemica, ¿no?...
