Para que no se me tache de ir contracorriente. Voy a ser el más progre:
Si partimos de la base de que el nombre "matrimonio" no designa más que la decisión de dos personas de convivir juntas y que por lo tanto no importa más que su condición de ser humano para tener derecho a casarse, a constituir su situación personal en "matrimonio", entonces debemos concluir:
Sí al matrimonio entre hermanos o hermanas (al fin y al cabo, ¿si viven juntos, por qué no van a casarse para obtener los beneficios fiscales y económicos derivados del matrimonio?)
Sí al matrimonio entre padre e hijo (y sus múltiples variaciones sexuales, hetero y homosexuales) (defendible por el mismo motivo anterior)
Sí a la poligamia o poliandria ¿Es que no tengo derecho a tener varias mujeres, o maridos, o mujeres y maridos a la vez? Un respeto: Que nadie coarte mi derecho al matrimonio con quien quiera y cuantas veces quiera. ¿Qué me lo impide?. ¿No es acaso el derecho al matrimonio un derecho absoluto e universal a cada persona? ¿Por qué limitarlo entonces?
Siendo así, incluso propongo lo siguiente:
Si a la adopción de chicos y niñas por sociedades u ONG's: Si la adopción es un "derecho de todo ciudadano", cuánto mejor será que un niño sea adoptado por una sociedad civil constituida por ciudadanos. Así se podrá adoptar a más chicos desfavorecidos, que tendrán muchos padres y madres, y madres-padres y padres-madres. Incluso se podría favorecer el alquiler de espacios de utilización de esos chicos: ¡Sea padre por 15 minutos, ejerza su derecho ciudadano a la adopción en cómodos plazos!
Ya que somos progres, seamos consecuentes y seámoslo del todo. ¿O es que vamos a tener consideraciones morales dignas de ser tachadas como "neocatólicas"? Por favor, qué disparate, juas juas juas, la moral es un concepto franquista y trasnochado que debe ser erradicado de nuestra sociedad civil, anticonfesional y laicista. No podemos amparar los conceptos católicos de moralidad y familia en ésta nuestra sociedad. Eso es contrario a todo buen ciudadano que se precie de serlo.
Y a quien vocifere en contra de esta nuestra decisión democrática, se le detendrá como sospechoso de actitud vociferante. Malditos fascistas... ¿Qué se habrán creído?
