Veamos, esto parece un coto privado para las niñas, pero... los chicos también tenemos historias (aunque para Belzebú sean utopías).
Con unos 12 o 13 años iba a clases de inglés lejos de casa y tenía que ir en metro, la vuelta era a las 8:00 de la tarde, cuando más gente va en cada vagón (la verdad es que van llenos a todas horas

). Se puso a mi lado una señora mayor y empezó a tocarme, al principio disimulado, pero cuando vió que yo no decía nada empezó a meterme mano descaradamente.
Creo que mi cara era todo un poema, porque un señor que se dió cuenta le dió un manotazo a la señora y le dijo en alto "quiere dejar de sobar al niño, pervertida!!!" y la señora tuvo que soportar las miradas de todo el vagón hasta que en la siguiente parada se bajó lo más deprisa que pudo.
Lo único que pude hacer fue darle las gracias al señor que me salvó de las manazas de esa "señora".
Es otra leyenda urbana que los chicos estemos deseando que nos metan mano... a no ser que Sophie Evans decida ir en metro a las 8:00 de la tarde y le apetezca "jugar" conmigo, claro
