¡Qué pu..da! Justo en la víspera de mi cumpleaños foril descubro que no me comeré una rosca!

Recuerdo cuando trabajaba en la mayor y más prestigiosa consultora del mundo, un día me llamó "El Socio" y me dijo que me tenía que afeitar la barba. En ese momento supe que mis días allí estaban contados.
Por cierto donde quedó aquello de que "un beso sin bigote es como un huevo frito sin sal?
De todas formas, por ciertas personitas estaría dispuesto a cualquier cosa
