Pero repito, que yo sepa, no hay ninguna acusación por encubrimiento de un delito de pederastia en la Iglesia y es raro porque parece que todo el mundo está muy convencido de ello
bueno... ahora hay una
(del diario La Nación)
Elisabetta Pique
Corresponsal en Italia
ROMA.- Mientras el Papa aceptó ayer la renuncia de otro obispo irlandés (el tercero), debido al escándalo por abusos sexuales de chicos por parte de sacerdotes en ese país, en Estados Unidos fue presentada la primera denuncia penal contra Benedicto XVI y los cardenales Angelo Sodano -decano del Colegio Cardenalicio y ex secretario de Estado- y Tarcisio Bertone, su sucesor, por haber protegido a un sacerdote pedófilo. Se trata de padre Lawrence Murphy, el cura de Wisconsin, acusado de haber abusado de 200 chicos sordos entre 1950 y 1974, una historia que sacó a la luz The New York Times.
Fue al famoso abogado de las víctimas de abusos por parte del clero en Estados Unidos, Jeff Anderson, que en nombre de un hombre sordomudo que vive en Illinois volvió a desafiar al Vaticano, pidiendo esta vez la cabeza del mismo papa -por haber sido prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se ocupa de estos casos-, de Sodano y de Bertone, definiéndolos los "vértices de la pirámide de silencio", que protegió a Murphy.
La acción legal es similar a las emprendidas por Anderson contra la Santa Sede en los estados de Kentucky y Oregon, pero es la primera que denuncia directamente al entonces cardenal Joseph Ratzinger, a Bertone, que fue su brazo derecho en la Congregación para la Doctrina de la Fe- y Sodano. En una conferencia de prensa en Saint Paul, Minnesota, Anderson explicó que cuenta con dos cartas que su cliente le escribió en 1995 a Sodano, entonces segundo de Juan Pablo II, preguntándole si iba a excomulgar a Murphy por haber admitido abusos contra 34 chicos sordos.
Confirmando su voluntad de aplicar una política de "tolerancia cero", Benedicto XVI aceptó ayer la dimisión de monseñor James Moriarty, el tercer obispo irlandés que renuncia en medio del escándalo por pedofilia en su país. Moriarty, que fue obispo auxiliar de Dublín, diócesis en la que cientos de chicos sufrieron abusos sistemáticos de parte de religiosos -según dos informes gubernamentales que así lo denunciaron-, pidió perdón a las víctimas y admitió que podría haber desafiado "la cultura imperante" que reinaba en ese momento, que apuntaba a silenciar los casos para defender la imagen de la Iglesia.
Por otra parte, uno de los obispos más importantes de Alemania, Walter Mixa, de Augsburg, desde hace semanas en el ojo de la tormenta por haber admitido haberles pegado a chicos de un orfanato que dirigió entre 1976 y 1996, presentó su pedido de renuncia ante Benedicto XVI.
Aunque no está acusado por abusos, se trata del primer obispo alemán que dimite desde que estalló el escándalo en ese país. Mixa, ultraconservador, había levantado gran polvareda en febrero último tras sostener que la revolución sexual de los 60-70 había sido cómplice de los casos de abusos que sacuden a la Iglesia católica.