Gracias, pero no veo la relación entre la masa monetaria y la riqueza del país a la que hacías referencia.
Tampoco entiendo por qué la circulación de la moneda hace que se devalúe. Aunque ahora que lo escribo tal vez te referías al tamaño de la masa monetaria en sí misma, no a su circulación, no?
Cuando en la economía predomina la adopción de un régimen de tipo de cambio fijo, la eventual pérdida de reservas internacionales del Banco Central llega a producir una contracción en el resultado de su base monetaria. Así, es de suponer que una reducción de los saldos monetarios induzca siempre a los agentes económicos a ajustar los saldos deseados de dinero al efectivo, principalmente a través de la disminución del gasto agregado en consumo e inversión.
Aunque esta alternativa de equilibrar el mercado monetario a través de un movimiento de capitales externos resulta poco viable, en momentos en que un país ha debido enfrentar dificultades en la obtención de créditos externos de mediano y largo plazo, enfrentando además la existencia de una cuenta de capitales de corto plazo cerrada. Cuando sucede ésta situación da motivos a que las tasas de interés se incrementen considerablemente en años precedentes, reforzando con ello la caída en el gasto, particularmente en inversión.
En materia de comercio exterior, cuando un país presenta un exceso de gasto con respecto a sus ingresos esto es lo mismo a decir que su balanza de pagos presenta un déficit en su cuenta corriente. Y ese nivel de déficit, medido a través del peso en el Producto Interno Bruto (PIB), plantea la necesidad de tener que ajustar el tipo de cambio nominal para buscar equilibrio en las cuentas externas. Así, pueden destacarse principalmente dos elementos de orden interno que tienden a demorar y a hacer rígido el proceso de ajuste impuesto a la economía nacional como consecuencia del desequilibrio externo: la rigidez en los salarios reales y el alto costo del crédito.
La rigidez a la baja de los salarios reales, en momentos en que los salarios nominales y la tasa de inflación resultan ser bajas, impone a su vez una rigidez a la baja de los bienes no transables, provocando con ello un deterioro en el tipo de cambio real. La rígida permanencia de los salarios se constituye así en el segundo factor (el primero lo es la revaluación de la moneda) que resta competitividad a la industria nacional de bienes transables, al impedir que los costos de esta actividad se reduzcan en forma consistente con los precios de los productos.
Por su parte, la permanente alza en el costo real del crédito interno, introduce un tercer elemento que le resta competitividad a la industria de bienes transables, obligándola a operar con un costo financiero excesivamente alto, influenciado también con los cambios ocurridos en las tasas internacionales de interés.
La sobrevaluación de la moneda en una economía puede ocurrir independientemente del sistema cambiario que se encuentre en vigencia. Casi siempre, las presiones producto de desajustes fiscales o de balanza de pagos tienen por resultado patrones que alteran el comportamiento de los precios y los salarios internos. Esto implica que el tipo de cambio nominal de una economía tenga que ajustarse plenamente para que refleje esos mayores costos. Pero a menudo no es eso lo que ocurre.
Y es por ello que el tipo de cambio real se valoriza. Como el nuevo tipo de cambio no es ya un tipo de cambio de equilibrio, los gobiernos se ven ante la necesidad de recurrir entonces a una de cuatro medidas: (1) reducir la actividad económica mediante la política monetaria o fiscal; (2) establecer controles cuantitativos a las importaciones; (3) aumentar el nivel de endeudamiento; o (4) valerse de las reservas internacionales para financiar el déficit y ajustar el tipo de cambio. Al cabo de un tiempo, todas estas medidas se hacen siempre insostenibles.
Bueno, espero con este último comentario, dar por cerrado el tema, esperando y deseando, que todos hayamos sacado conclusiones al respecto...