La mágia del masaje radica en la quÃmica que desprenden los cuerpos, por muy dulce que seas con una persona dando las mejores de tus caricias podrás ocnseguir hacerla estremecer.
Hay veces en las que los dedos comunican y se hablan con la piel de la pareja, es ese momento cuando cualquier minimo roce, cualquier deslizamiento de una yema de un dedo o un sencillo y timido beso pueden hacer que la piel se vuelva de gallina.
Es preciosos cuando se hace el amor con la ternura y la delicadeza de un buen masaje o de unas tiernas caricias, pero sobre todo cuando cuerpo y manos consiguen esa quÃmica.
Totalmente de acuerdo, se ve que eres un chico dulce y sabes de lo que hablas