Si voto a los "Esclavos del taichi" que intentan que el taichi sea deporte olimpico y obligación en todas las escuelas y domicilios privados..... además de no valer para nada el voto, solo sirve para que el representante del partido que ha sacado 4.000.000 de votos se parta el culo al ver este partido politico (si llega a saber que existe) en lugar de pensar aunque sea un poquito, el por que la gente no se acerca a votar.
eres un mentiroso demagogo... el tai-chi te hace libre... no puede haber esclavos del tai-chi..

pues si esperamos a que alguien se ponga a pensar el motivo del pasotismo político...
A lo peor no tiene solución porque el ser humano es como es.
Por ejemplo, cuando se fundó UPyD la Rosa había hablado de listas abiertas (que hablamos de ella como la panacea, cuando no lo es) pero ya en no sé que congreso desapareció tal propuesta.
Lo que te plantaba antes era si, ante la posibilidad de que un partido rarito fuere subiendo, los partidos tradicionales (y de las jons) se pusieran las pilas y comenzaran a cumplir mas que a chupar.
pero si se queda en minoritario evidentemente surge lo que tu dices... ja jaa... que coña de partido que ha sacado 200 votos
pero si va subiendo en escaños... al parecer se hace como todos.
¿alguien sabe lo que hizo la chicholina en Italia? (y no me refiero a lo que todos sabemos)
lo dicho quizá la culpa es nuestra de no tomarnos las cosas en serio.
Tengo un amigo mexicano que trabajó conmigo una temporada... Me contaba lo del muerdo policial... pero, curiosamente más que a la policia, acusaba al propio pueblo de "permitir" , fomentar la corrupción, pagar para que te hagan las cosas más rápido, pagar para que la multa se la quede el poli y a ti te salga más barato...
Algo parecido nos está sucediendo con los partidos... los acusamos de corruptos... pero pedimos favores al amigo politico...
Bueno lolin creo que me voy a tomar la pastillita que estas cosas me alteran y luego me tienes que dar mimitos, que estoy mayor y la segunda infancia ya sabes que volvemos a ser unos ingenuos idealistas, que quedamos hecho polvos al chocar una y otra vez con el tedioso y triste realismo.