No sabes cuanto necesitaba un abrazo tuyo, una mirada cómplice, una sonrisa transparente, sin recuerdos, sin anhelos, sin tener que escuchar; nunca podré olvidarla.
Tú no sabes cuantas veces te he necesitado, verte, hablar contigo, poder decirte que la vida es maravillosa, que tú puedes con todo, que no te quedes en tu soledad, que no dejes que te envuelva con su manto de silencio.
Tú no sabes que soñé con tus besos, con tus labios pegados a los mios, con ese instante de pasión que no llegó.
Tú no sabes que ya es tarde, y que aunque ahora se abra la puerta, al otro lado ya no estaré yo.
Te he tenido como amigo, como compañero de risas y de lágrimas, pero lo que tú no sabes es que te hubiera dado mi aliento, mis suspiros, mi cuerpo.
Continuaré mi camino, sin echar la vista atrás, pisaré más fuerte si cabe. Pero lo que tú no sabes es que te extrañaré.
