
Casamiento de mexicanos por amor a Maradona y con una pelota como testigo
BUENOS AIRES (AFP) - "Que el hombre no separe lo que el dios del fútbol ha unido", expresó solemnemente el oficiante al bendecir el casamiento de dos jóvenes parejas mexicanas, que sellaron su amor la noche del lunes en Argentina bajo la imagen de su ídolo Diego Maradona y con una pelota como testigo.
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La bendición arrancó aplausos y cánticos futboleros entre los asistentes a la ceremonia cuasi religiosa con la que la Iglesia Maradoniana celebró la boda de cuatro de sus discípulos, llegados desde tierras lejanas para festejar el nacimiento de su dios, que este martes cumplió 47 años.
Los fanáticos de la leyenda viviente del fútbol se reunieron -como cada 30 de octubre-, para celebrar la Navidad Maradoniana y el inicio de lo que llaman el "Año 47 DD" (después de Diego).
"Compartimos la pasión por el fútbol y por el dios Maradona", dijo a la AFP Adrián González, mexicano de 25 años, quien propuso a su novia Olivia Pozos casarse con la liturgia de esta parodia de religión.
"Primero me pareció extraño. Pero cuando comprendí este amor por el fútbol, acepté. Estoy feliz", confesó Olivia, instalada por unos meses en Buenos Aires donde estudia ingeniería electrónica.
González, que tenía apenas cuatro años cuando Maradona conquistaba el Mundial México-1986, arrastró con él a su amigo Mario Martínez, un licenciado en comunicación de 25 años, que se 'casó' con Natalia Trujillo, una psicóloga de 22, todos oriundos de Xalapa en Veracruz.
"La pelota y la Biblia Maradoniana serán testigos de la unión", dijo el oficiante Julián Chavero, frente a símbolos litúrgicos como un enorme rosario del que colgaba un botín de fútbol en lugar de un crucifijo y un balón coronado por un alambre de púas, cual corona de espinas de Jesucristo.
Maradona no estuvo para saludar a los novios en el atrio pero envió por internet un brevísimo saludo a sus fieles, reproducido en las pantallas del Club Leloir, un anodino local de Ituzaingó, en la periferia oeste de la Capital.
Muy cerca de allí, una clínica neuropsiquiátrica había albergado en 2004 a un desencajado Maradona, que iniciaba un durísimo tratamiento contra su adicción a las drogas luego de haber estado al borde de la muerte por una severa crisis cardio-respiratoria.
Quizás a modo de regalo de cumpleaños, Sergio 'Checho' Batista, flamante entrenador de la selección argentina Sub-20, envió el martes un mensaje a Diego, su amigo y ex compañero de la selección que ganó el Mundial México-1986.
"Estaría buenísimo sumar a Maradona. El se merece un reconocimiento. Tengo pensado llamarlo. ¿Sabés lo que sería para los pibes? Diego es respetado acá y en todo el mundo", se entusiasmó Batista en declaraciones a la prensa.
En la boda, las dos novias vestidas de blanco y los novios, de traje negro con el clásico número '10' en la espalda, se arrodillaron en el altar ante un centenar de 'maradonianos'.
Mientras dos grandes pantallas reproducían hasta el hartazgo los goles y mejores jugadas del ex futbolista, los recién casados se comprometieron a "amarse y respetarse compartiendo los goles, los videos y las imágenes de su dios", así como "tener hijos y ponerles Diego de segundo nombre".
A la espera de ese hijo, Vanessa y Javier, dos profesionales argentinos de 27 y 32 años, bautizaron Dalma a su perra, como la hija mayor de Diego.
"Aunque estén (Michel) Platini o (Zinedine) Zidane, para mí siempre estuvo primero Maradona y después los otros", dijo a la AFP Max, un estudiante francés de 25 años que, de viaje por Argentina, no quiso perderse la celebración.
Nacido en Marsella, Max es uno de los 60.000 afiliados de 54 países de la Iglesia Maradoniana, fundada en Rosario (310 km al norte) en 1998, dijo a la AFP uno de sus fundadores, Alejandro Verón.
"Esto no es una secta, es una forma de sentirse parte y de agradecer por el fútbol de Diego", agregó Ariel, un feligrés de 24 años.