Almizcle
PeterPaulistic@
   
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No os lo bebáis todo, dejadme algo a mi...
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« : 14 de Agosto 2007, 13:29:18 » |
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Amigos, os copio una noticia que he leido en el Diario Jaén, que ha pasado casi desapercibida para los medios y que a mi parecer merece la mas grande de las repulsas y que el JUEZ no se achante y meta en chirona a semejante individuo, que no es digno si quiera de pasear por la calle, el resto de su vida.
"Se enfrenta a casi medio siglo de cárcel por quemar la vagina de su mujer con cigarros" Manuel O. C. lleva más de un año en prisión preventiva. Está a la sombra acusado de cometer terribles vejaciones a su mujer y a sus tres hijos. Palizas y violaciones fueron, durante años, el pan de cada día de esta familia de Fuensanta, según la Fiscalía. La esposa denunció, incluso, que le apagaba cigarrillos en la vagina. Ahora, el Ministerio Público pide una condena ejemplar para Manuel O. C., un agricultor de 37 años. Le considera autor de delitos de malos tratos habituales, violación, detención ilegal y coacciones y, por ello, solicita una pena de 49 años de prisión. El hombre, considerado “muy violento”, será juzgado en las próximas semanas en la Audiencia Provincial. Tendrá que responder a unas acusaciones gravísimas, recogidas en un escrito de calificación provisional espeluznante. El fiscal aclara que Manuel O. C. comenzó a pegar a su esposa nada más contraer matrimonio con ella en 1990. Al principio, era una vez a la semana. Después, las palizas eran diarias, no sólo a su mujer, sino también a los tres hijos pequeños de la pareja, según el Ministerio Público. La Fiscalía afirma que Manuel O. C. sometía a su familia a un “trato degradante continuo”. De hecho, el acusado consideraba a su mujer como “su sirvienta y su esclava sexual”. De hecho, el escrito relata que la esposa tenía que acceder a todos los deseos sexuales de su marido. De lo contrario, la maltrataba e, incluso, la encerraba durante horas en una habitación y le apagaba cigarrillos por todo el cuerpo. Uno de esos episodios se produjo en el verano de 2004, cuando Manuel O. C. llevó a toda su familia a un cortijo que posee a diez kilómetros del pueblo. La mujer contó que fue un castigo como represalia a algo que no le había gustado. Permanecieron allí durante un mes, trabajando en condiciones infrahumanas, sin agua ni luz y con escasez de alimentos, según la Fiscalía. Poco después, la esposa denunció que la había obligado a permanecer durante días encerrada en el dormitorio de la casa, completamente desnuda, mientras la mayor de sus hijas, que entonces tenía once años, era la encargada de hacer frente al mantenimiento del hogar y a cuidar a sus dos hermanos pequeños. El escrito de calificación de la Fiscalía recoge, con pelos y señales, hasta quince episodios en los que, supuestamente, Manuel O. C. habría maltratado a sus familiares. Una de las agresiones más graves se produjo, al parecer, en septiembre de 2004. La mujer no quería mantener relaciones sexuales con su esposo y el acusado comenzó, entonces, a pegarle puñetazos y patadas. Ella se defendió y le dio un empujón, lo que hizo que se pusiera mucho más violento. La obligó a practicar sexo y, según relata la Fiscalía, llegó a apagar hasta cinco cigarrillos en la vagina de su pareja. De hecho, los forenses encontraron heridas en esa zona compatibles con quemaduras. El escrito de calificación provisional del Ministerio Público recoge que los hijos tampoco se libraron de la ira de su padre. Les golpeaba con violencia por motivos nimios, como hacer ruido a la hora de la siesta, por no servirle una copa o, simplemente, por hacerse sus necesidades encima después de que el acusado les hubiera dado una paliza. Tras años de sufrimiento, la mujer se decidió a denunciar lo que le ocurría después de sufrir, supuestamente, una brutal agresión mientras recogía aceituna en su finca. Relató que su marido la golpeó por detrás con una vara en su finca de olivar. Ella pudo esconderse en un pajar, hasta que Manuel O. C., cansado ya de buscarla, se marchó. Además de los 49 años de cárcel, la Fiscalía reclama que el acusado no pueda acercarse a su familia durante 160 años y que los indemnice con 105.000 euros.
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