Gran Premio de Italia

PEDROSA TERMINA SEGUNDO | STONER SE QUEDA FUERA DEL PODIO

A Rossi siempre le quedará Mugello

Domingo 03/06/2007
AGENCIAS

MADRID.- Hogar, dulce hogar. Cuando uno está deprimido, ofuscado porque las cosas no terminan de funcionar, la mejor receta para volver a asomar la cabeza es recibir el cariño de los tuyos. Valentino Rossi regresó a la victoria en su feudo, en Mugello, donde ya suma seis triunfos consecutivos. A su vera, decepcionado por una moto que no le termina de rendir, Dani Pedrosa, que sólo cedió al final. Ambos recortaron puntos al líder del Mundial, Casey Stoner, que sólo pudo ser cuarto.

Quizás necesitaba un poco de cariño. Eso, y que la receta es explosiva. Rossi+Yamaha+Mugello = Victoria. Pero, sobre todo, mucho Rossi. Siempre Rossi. Eso sí, no hubo show en la celebración, porque, en el fondo, no las tenía todas consigo. Las gradas divididas entre 'rossistas' y 'ducatistas', y las quinielas, también. Mugello es 'territorio Rossi', pero la 'pole' era de Stoner y el mejor ritmo en seco de Pedrosa. Por eso, los tres, los mejores del Mundial, protagonizaron la carrera. Mucho nivel.

La segunda recta más larga del Mundial (1.141 metros) favorecía a las 'balas rojas', que intentaron marcharse al inicio de la carrera. No lo lograron, al contrario, porque, esta vez, si les habían echado el lazo. Discretas salidas de Pedrosa y Rossi, que enmendaron en seis giros, los que tardaron en liderar la carrera. La Honda demostró correr y Rossi ponía las décimas que su Yamaha no le daba. Los dos se dieron la mano para escaparse.

Stoner, impotente, veía como la potencia de su Ducati esta vez no era suficiente. Para ganar necesitaba algo más. Y cuando se necesita algo más que la moto, suele ganar Rossi. Pedrosa lideró la carrera tres vueltas, hasta que dictó catedrá con su apurada de frenada. La gráfica que muestra el desarrollo del Mundial saltaba por los aires: el líder caída, los aspirantes subían. Trayectorias inversas. Pedrosa se agarró al neumático trasero de 'Il Dottore', pero tuvo que soltarse bajo la amenaza de quebrar sus brazos.

El piloto español no sacó bandera blanca hasta el final, pero su Honda lo lastró. "Ha sido una pena, porque siempre nos pasa lo mismo. A mitad de carrera la moto patinaba en las curvas, no me dejaba forzar porque podía caerme. Es una pena no poder dar todo tu potencial. Es verdad que con los neumáticos hemos dado un paso adelante, esperemos que la moto también lo haga", se lamentaba Pedrosa. Otro que pone las décimas que su moto no le da. Pero para ganar un Mundial se necesita un equilibrio perfecto y, hoy por hoy, Honda anda perdida.

El que volvió a encontrar el camino, que antes se sabía de memoria, hasta con los ojos cerrados, fue Rossi. Reencuentro con el éxito que le permite pegarle un gran mordisco a la ventaja de Stoner en el Mundial, sólo nueve puntos, y le convierte en el primer piloto en ganar seis veces, de manera consecutiva, una carrera. Un podio más, que lo iguala a Mick Doohan como el piloto que más ha sumado en el Mundial: 95. Pero es que, además, 'Il Dottore' gana una de cada carreras en la categoría reina: 60 triunfos en 120 pruebas. El corazón que lucía en su casco volvía a latir de felicidad. El idilio con Mugello sigue vigente.

El piloto que más victorias ha conseguido esta temporada, Stoner (tres), no pudo ni subir al podio. Decepción parcial para Ducati, que también corría en casa. Parcial porque sí tuvieron un representante en el podio: el veterano Alex Barros, que pilota una 'bala roja' del equipo satélite de Luis D'Antín, logró el primer podio para la modesta escudería, humillando, además, a un piloto oficial, al que le demostró cómo se frena. Un piloto que podía ser su hijo (Stoner tiene 21 años y Barros 36).

Pedrosa lideró la carrera durante tres vueltas. (AP)