No me animo a decirte la verdad, porque tengo miedo que eso me traiga alguna desgracia, así que te dejaré con agua en la boca.

En serio, casi que no lo soy. Me importa un pito que se me crucen gatos negros, o pasar bajo una escalera. Que se me rompa un espejo no me trae desgracia, pero sí que es desgracia porque luego tengo que comprar uno nuevo y pagarlo de mi bolsillo, y tal cosa, sobre todo si el espejo es grande y costoso

Y lo de los gatos negros, lo mismo da que sean blancos, o que sea un pero o una liebre, que si me hace tropezar y caer igual es desgracia, aunque el animalito no haya tenido ni p*t* culpa de nada.