En mi opinión es una cuestión de sensibilidad, nadie esta a salvo por muy experta que sea realizando una buena felación que, sin querer, por un exceso de pasión, placer o disfrute, se produzca un roce con los dientes en el pene de su pareja. Por supuesto que es molesto, sobre todo si es en el glande o el frenillo, hasta el punto de que la molestia puede dar al traste instantáneamente con la práctica sexual y terminar de un plumazo con la libido y el deseo de él.
Pero nadie nace enseñado y aunque se tenga cierta experiencia, le puede pasar a cualquiera. Como ya se ha dicho, el uso de la lengua y los labios combinado con las manos, es suficiente como para producir tal placer que la felación sea maravillosa e inolvidable. Así mismo, los hombres hemos de tener mucho cuidado también al realizar a nuestras parejas el cunilingus, no solo por no rozar con los dientes (que es más difícil), sino por algo más habitual y que si se puede producir, como es al roce de los labios e incluso el clítoris con la barbilla sin afeitar, y os aseguro que el dolor y la molestia, como en el caso de los hombres, puede dar al traste con la práctica.

Como para gustos se hicieron los colores, al que le guste que le hagan daño o no tiene la sensibilidad suficiente como para notarlo, pues bueno, será su problema que deberá solucionar o no según crea conveniente, como ese afán de protagonismo desmesurado, o demostrar algo mas de madurez
Como dijo alguien: “Mas vale caer en gracia, que ser gracioso”.
