Tampoco hay que sacar las cosas del tiesto. Eran 4 gatos y si además se dedicaron a darse entre ellos, pues mejor que mejor.
Son muy peligrosos, pero no en este caso.
efectivamente, q ya no estamos a finales de los 80 o principios de los 90 cuando de verdad había q preocuparse
ahora son 4 gatos desfasados q encima no se atreven a actuar en solitario, creo q el siglo XXI se los ha comido, y q es una banda en riesgo de extinción, ya podiamos disecar a los 4 gatos q hay para conservarlos en museos.
de todas formas es la noticia ideal para ocultar temas de verdaderas bandas callejeras q hay por España, curiosamente nadie habla del ecuatoriano asesinado en Madrid por una nueva banda callejera esta semana pasada, y pongo la noticia para q veais el motivo.
(estas bandas si son preocupantes, pq cada vez son mas numerosas, no como las de los imbeciles de los q se hablan en este post)
Asesinan de una cuchillada en el corazón a un ecuatoriano de 19 años en La ElipaLuis Fernando Guzmán Porras, un joven ecuatoriano de apenas 19 años, falleció anoche en la mesa de operaciones del Hospital Gregorio Marañón tras recibir, horas antes, una puñalada en el corazón. Se trata del homicidio número 55 desde principios de año que se registra en la región.Los hechos tuvieron lugar a las 19.30 horas. Luis Fernando y un amigo español, vecinos de Moratalaz, se habían acercado hasta el barrio de La Elipa, en Ciudad Lineal, para pasar la tarde en los parques de la zona. Cuando se encontraban en la esquina de la avenida del Marqués de Corbera con la calle de José Luis Arrese, se cruzaron con tres jóvenes, al parecer, de nacionalidad dominicana y que vestían 'ropas anchas y de tipo latino', según indicaron fuentes policiales.
Una mala mirada fue la excusa, al parecer, que originó una breve discusión entre los dos grupos. Los dominicanos no tardaron en blandir un arma blanca y hundirla en el hemitórax izquierdo de Luis Fernando. Nada más producirse el suceso, tanto agresores como la víctima y su amigo salieron corriendo cada uno por su lado. El español encontró poco después, desplomado en el suelo, a su amigo, a la altura del número 2 de José Luis Arrese. Las fuentes consultadas indicaron que los agresores 'sabían dónde, cómo y a quién clavarle el cuchillo' por las características de la herida.
El compañero de Luis Fernando pidió socorro a gritos. Unos comerciantes llamaron a la Policía y al 112. El Samur-Protección Civil encontró al herido en un enorme charco de sangre y procedieron a realizarle una complicada operación para destaponarle el corazón y mantenerle con vida. Estabilizado, fue trasladado al Gregorio Marañón, donde ingresó en estado crítico, informaron fuentes de Emergencias Madrid.
Agentes de la Policía Judicial de la comisaría de Ciudad Lineal y de Homicidios tomaron las riendas del caso y comenzaron a buscar a los agresores. También se avisó a la Brigada Provincial de Información, aunque posteriormente empezó a perder fuerza la hipótesis de que todo se debiera a una reyerta entre miembros de bandas latinas rivales. Esto no quiere decir que los agresores no formaran parte de alguno de estos grupos, indicaron las fuentes policiales consultadas, aunque habrá que abundar más en la investigación para desechar una u otra idea.
De cualquier manera, esa zona del distrito es 'territorio ñeta'; es más, los parques a los que se querían dirigir la víctima y su amigo, como El Dragón y El Templo, están controlados no sólo por 'ñetas', sino también por algunos 'latin kings', que hacen y deshacen a su antojo en el barrio, tal y como se quejaban numerosos vecinos y comerciantes. Ya el 14 de octubre de 2005, un indigente fue asesinado a golpes en la misma calle de José Luis Arrese.
Lo que sí parece claro, a la luz de los primeros datos que se manejan, es que al fallecido no le constan antecedentes policiales. Los investigadores no descartan que entre los dos grupos protagonistas de la reyerta hubiera rencillas pendientes con anterioridad.
El amigo de la víctima se mostraba, como es evidente, muy nervioso: '¡Por favor, no te mueras, no me hagas esto!', le gritaba, llevado por la desesperación. 'Nos miraron mal por no ser del barrio y nos han pegado', indicó a los investigadores policiales.
Un testigo relató cómo vio pasar a Luis Fernando y creyó, por la manera de caminar, que se encontraba ebrio. Estaba herido y transitaba como podía. Su amigo logró incorporarle, pero el joven se desplomó.
Terra Actualidad - VMT