El caso de las supuestas torturas y maltratos a detenidos por la policia local de Torrevieja lleva camino de convertirse en una tormenta política y social en la localidad alicantina. El ayuntamiento, presidido por Pedro Ángel Mateo (PP) ha ratificado en su cargo al jefe policial y mantiene en sus puestos a los policías municipales imputados. Dos concejales están implicados y hasta el momento han pasado ocho agentes por el juzgado,aunque fuentes cercanas al caso hablan de catorce policías imputados.
El alcalde explicó que había ratificado en su puesto al mando policial al no tener «percepción de gravedad» sobre los hechos. Sin embargo dos de sus concejales, el de Sanidad, Hipólito Caro, y el de Seguridad, Pablo Valero, han declarado ya ante la Guardia Civil y esta próxima semana tendrán que declarar ante la juez de instrucción número 2 de Torrevieja, Juana López. El responsable de Seguridad, acompañado por su abogado, se negó a decir nada ante la guardia civil. El miércoles está citado ante la Juez.
¿Algo peor que Marbella?
La implicación de dos ediles en el escándalo de Torrevieja amenaza con causar una crisis municipal con repercusiones más allá de la propia localidad alicantina. El portavoz adjunto del grupo parlamentario socialista en las Cortes valencianas, Antoni Such, arremetió ayer contra el presidente de la comunidad, Francisco Camps, y contra el alcalde, uno de sus «principales apoyos» en la provincia de Alicante: «Van camino de convertir Torrevieja en algo peor que Marbella», criticó.
Antecedentes
Según publicó este sábado el diario alicantino Información, las investigaciones sobre la violencia policial arrancaron en enero, a raíz de otras pesquisas sobre supuestas irregularidades de algún agente en un caso de drogas. El núcleo de la causa es la paliza recibida por un ladrón que fue sorprendido en casa de uno de los funcionarios y acabó con el bazo roto y fractura de tres costillas, pero, desde que ha trascendido la investigación, proliferan las malas experiencias personales sacadas a la luz por los vecinos de Torrevieja. Es el caso de Jean Louis Rosa, un francés que asegura haber sido golpeado después de sufrir un accidente de coche, o de Gabriel Moreno: «A la sobrina de mi mujer y a su novio, un noruego de color, les molieron a palos y les acusaron de agresiones», explicó este ciudadano.
Falsificación de informes médicos
Los interrogatorios iniciados esta semana por el juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja y la Guardia Civil para esclarecer las presuntas torturas a detenidos por parte de miembros de la Policía Local se ampliarán también a varios médicos del municipio, según informa este domingo el rotativo valenciano Levante. El objetivo de los investigadores es aclarar la supuesta falsificación de partes médicos de lesiones y la declaración de estos médicos podría desvelar si realmente se han cometido irregularidades. Uno de los detenidos que presuntamente fue objeto de torturas sufrió rotura de varias costillas y extirpación del bazo. La declaración del concejal de Sanidad en calidad de detenido ante la Guardia Civil estaba relacionada con la presunta alteración de partes médicos de detenidos por la Policía Local.
Llamadas anónimas a la Guardia Civil
El diario La Verdad de Alicante informa que desde que se destapó el caso que implica a la Policía Local, el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja no ha dejado de recibir llamadas anónimas, insultantes e intimidatorias. La juez ha ordenado que se rastreen las comunicaciones para dar con los responsables de esas llamadas.
Dos juzgados a la vez
Por otra parte, y según lo publicado este domingo en El País, el caso se está investigando en dos juzgados paralelamente. La magistrada Iris Valero, titular del Juzgado número 1 de esa ciudad, abrió hace un año un sumario por una denuncia de un detenido supuestamente maltratado. Seis meses después, la decana Juana López, titular del número 2, abrió otra causa por omisión de perseguir el delito (no denunciar los malos tratos). Esta magistrada ordenó intervenir los teléfonos de la Policía Local para investigar un caso de narcotráfico. Las escuchas destaparon las torturas y demás delitos imputados a policías y concejales del PP. Fuentes del caso citadas por El Pais calificaron de “paradójica” esta duplicidad en la instrucción judicial.
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