Una mujer de 32 años fallece apuñalada por su ex pareja en Peñarroya
La víctima solicitó el domingo una orden de protección después de discutir con su pareja, que se entregó ayer en Guadalajara(A.ALBA / E. MAURIZ / EFE)
Una mujer de 32 años, E. M. P. T., apareció muerta ayer en su domicilio de la calle Fernando III El Santo de Peñarroya, supuestamente a causa de las puñaladas que le asestó su pareja, según informó el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz. El presunto asesino se entregó tan sólo unas horas después –sobre las 23.00– en un cuartel de Guadalajara, cuando el parecer se dirigía hasta Barcelona, lugar en el que había convivido la pareja.
Fuentes de la investigación relataron que el cadáver fue hallado ayer sobre las 17.40 por una familiar de la mujer, que acudió a su domicilio porque llevaba tiempo sin verla y ante el temor de que pudiera haberle pasado algo. Al parecer, la relación entre la víctima y su presunto asesino se había deteriorado en los últimos meses, según la Guardia Civil. Hace unos meses, ella volvió desde Barcelona a la localidad, donde comenzó a trabajar como empleada de limpieza. Sin embargo, hace unos días su pareja volvió a Peñarroya-Pueblonuevo, donde, por motivos que se desconocen, se inició una fuerte discusión entre ambos. Tras este desencuentro, el pasado domingo la mujer acudió al acuartelamiento de la Guardia Civil de Peñarroya-Pueblonuevo, donde presentó una denuncia por amenazas de muerte por teléfono contra su compañero sentimental y solicitó una orden de protección, que nunca llegó a estar vigente, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación.
Al parecer, varios vecinos de la calle en la que se cometió el crimen vieron a la mujer al mediodía cuando se dirigía a una autoescuela. Sin embargo, se volvió a su casa porque se le había olvidado algún papel. De allí no volvió a salir. A la espera de que se confirmen los resultados de la autopsia que se le practicará al cadáver hoy en el Instituto Anatómico Forense de Córdoba, fuentes de la investigación insistieron en que el cuerpo presentaba "muchas puñaladas", aunque no supieron precisar el arma con la que, supuestamente, se cometió el asesinato.
Desde el primer momento, la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil trabajó con la hipótesis principal de que el autor de la muerte podría tratarse de su pareja, por lo que montó un operativo especial para intentar localizarlo, una vez que consiguieron identificarlo.
El dispositivo de búsqueda ha movilizado a agentes policiales de toda la geografía española y las informaciones enviadas desde Peñarroya-Pueblonuevo resultaron efectivas, aunque el hombre se entregó en Torremocha del Campo (Guadalajara), donde ha pasado la noche antes de ser trasladado hasta los juzgados del municipio del Guadiato, en los que hoy se espera que preste declaración.
El cadáver de la mujer no fue levantado hasta pasadas las 22.00 de ayer. Una hora antes llegaba la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Peñarroya-Pueblonuevo, que fue la que ordenó su levantamiento después de que agentes de la Policía Científica y de la Policía Judicial de la Guardia Civil analizaran el lugar en el que se había producido el crimen. La mujer, de 32 años, tenía una hija de unos 13 años, fruto de un matrimonio anterior.
Por su parte, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer en Córdoba, María Paz Gutiérrez, indicó que E. M. P. T. había solicitado atención en el Centro de la Mujer de Peñarroya-Pueblonuevo y precisó que en el momento de denunciar a su ex pareja no presentaba lesiones físicas, aunque sí afirmaba haber sido objeto de amenazas y malos tratos psicológicos. Gutiérrez condenó que, tal y como parecen indicar las primeras hipótesis, se haya producido un nuevo caso de violencia doméstica y ofreció a la familia la ayuda jurídica del Instituto Andaluz de la Mujer para personarse como acusación particular si finalmente se comprueba que el de Peñarroya es un caso de malos tratos.
En cuanto a la orden de protección solicitada por la mujer el pasado domingo, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer en Córdoba también lamentó que en algunos casos todos los mecanismos existentes para evitar que se produzcan casos de este tipo no sean suficientes.
Ante noticias como estas no puedo sentir otra sensación que rabia e impotencia, y también he de decir “vergüenza” por la sociedad en la que vivimos, en la que aun haya personas que se creen dueños de la vida (en el sentido amplio de la palabra, no solo respecto a lo físico, sino a lo sentimental, ideológico o cualquier otro aspecto del que sólo somos dueños nosotros mismos y nuestras conciencias) de otra persona.
Son lamentables muchas cosas: desde el punto de partida (el social) donde muchas (la mayoría de las veces) las mismas personas que contemplamos los hechos miremos hacia otro lado, pasando por actuaciones negligentes de la justicia y las ridículas penas que se imponen a quien se imputa un delito de este tipo, hasta la aberrante comparación que a veces los medios de comunicación quieren hacernos creer entre la realidad de la violencia doméstica intentando justificar en algún modo con que “las mujeres también maltratan”.
Como se suele decir los números cantan. Y lo más duro de todo esto es que los números son seres humanos (en este caso, por mayoría abrumadora, sin justificación alguna a una comparación, mujeres), y no datos estadísticos a los que hay que acompañar con una coletilla de “algo habrá que hacer”.
Porque, desde mi punto de vista, ese “algo” ya está manido por el tiempo, ya basta de advertencias, y hay que actuar con contundencia de una vez por todas. No es tolerable que la lentitud de la burocracia (órdenes de alejamiento y su incumplimiento, por ejemplo) permita que se repitan los hechos una vez y otra.
Además es la sociedad misma la que debe de dar un puñetazo encima de la mesa, quitarnos las máscaras, el miedo a la denuncia, y ser solidarios con quien sufre cualquier tipo de agresión, y no callar, pues eso no hace otra cosa que degenerar nuestra calidad de “seres humanos”, y cada día, un poco más, convertirnos en auténticas bestias.
Mi más sentido pésame a una familia a la que han segado su vida y sus esperanzas.
YO DENUNCIO Y CONDENO DESDE AQUÍ A TODOS LOS AGRESORES. Y TAMBIEN DESDE AQUÍ MI MAS FIRME CONVICCION Y EMPEÑO EN LUCHAR PORQUE TODO ESTO ACABE.
