El gato (Felis silvestris catus) es un mamÃfero doméstico de la familia de los felinos, con uñas retráctiles, carnÃvoro, de pelaje espeso y suave.
El peso del gato doméstico (Felis silvestris domesticus) oscila normalmente entre los 3 y los 8 kg; sin embargo, algunos gatos, como los de la raza ragdoll, pueden pesar más de 8 kg. Los gatos domésticos viven unos 15 años si reciben buenos cuidados, pero en la calle, sujetos a las presiones por la comida, el territorio y las enfermedades, no suelen vivir más de dos años. El gato más longevo documentado vivió 34 años.
Los gatos tienen una gran variedad de pelajes y colores aunque, a grandes rasgos, se suele distinguir entre pelo largo y pelo corto. Como curiosidad, la raza sphynx no tiene pelo. La gran mayorÃa de gatos en el mundo (99%) son de raza mixta, y el 1% restante son de raza pura. Algunos de estos últimos participan en las numerosas exposiciones de gatos que se realizan en diversos lugares del mundo.
La cola sirve para mantener el equilibrio cuando el animal salta, y puede variar un poco en tamaño y, en el caso de los gatos de la raza manx, la cola es prácticamente inexistente. Sus dientes y garras están adaptados a su estilo de vida carnÃvoro.
Las hembras están preñadas 55 dÃas y dan a luz entre 2 y 6 crÃas, a los que dan de mamar durante 3 ó 4 semanas. Las crÃas nacen con los ojos cerrados y asà permanecen los primeros 15 a 20 dÃas de vida. Los gatos de raza persa suelen tener entre 2 ó 4 gatitos.
Con relación a su tamaño, el gato bien puede ser el mejor de los depredadores, con una tasa de éxito que ronda el 90%. La forma de su cuerpo le otorga flexibilidad, resistencia y fuerza. Puede cazar y comer más de cien especies distintas, y utiliza las técnicas de depredación de los demás felinos: acechar con paciencia, embestir con rapidez y propinar un mordisco certero a la nuca de la presa que le rompa la médula espinal o la asfixie.
El gato es considerado por muchos un animal de compañÃa. Es más independiente que el perro, pero también puede ser un animal muy afectuoso si se le educa y se le trata bien. Actualmente es una de las mascotas más populares en todo el mundo. Como curiosidad cabe mencionar que desde muy antiguo (e incluso en algunos pueblos de España) existe un agujero en las puertas y en las paredes denominado Gatera por el que el Gato se mueve de una estancia a otra sin necesidad de que se le abran las puertas, mostrando asà su independencia.
Por instinto, es un animal cazador. Los gatos de granja viven de forma semisalvaje y cazan ratones y ratas que de otra forma se comerÃan grandes cantidades de grano. Muchos gatos domésticos matan insectos grandes, ratones y pájaros pequeños por instinto, pero no se los comen, algunos hasta los enseñan a sus amos, como una especie de trofeo de caza.
El gato es, en la naturaleza, un animal cazador y solitario, no gregario, y esto condiciona su comportamiento con los humanos. A diferencia de los perros, que tienden a ver a los humanos como "compañeros de jaurÃa", los gatos suelen tratar a los humanos con cierta huraña displiscencia, propia de quien no vive en una sociedad jerárquicamente ordenada. Los gatos "regalones" y mimados son, psicológicamente, felinos que el proceso de domesticación los ha refrenado en su infancia, ya que los gatos que prosiguen su desarrollo psicológico hasta adultos, son muy difÃciles de domesticar.
Otro cambio conductual entre el gato salvaje y el domesticado, es el maullido. El gato salvaje rara vez maulla, salvo en su más tierna infancia, en perÃodo de celo, o en pelea con otros gatos. El gato doméstico, en cambio, al tener la necesidad de llamar la atención de su amo, tiende a maullar más. Existen varios tipos de maullido: para llamar la atención de la madre, o del amo, para delimitar un territorio frente a otro gato, para llamar a una eventual pareja de apareamiento, etcétera.
Además del maullido, el gato se expresa con su cuerpo. Un gato furioso intenta parecer más grande de lo que es, arqueando el lomo, levantando la cola, y erizando sus pelos, al tiempo que protege sus orejas pegándolas a ras de la cabeza. Un gato asustado baja la cola y la recoge junto al cuerpo, se hace un ovillo, y se apega tanto como puede al suelo. Uno de sus gestos más caracterÃsticos es mover la cola, acto que los humanos por lo general interpretan erróneamente como enojo, pero que en realidad es una mezcla de dubitación e impaciencia (como el tamborilear de los dedos de una persona tomando una decisión)... aunque dicha decisión puede ser, como en el caso humano, enojarse con alguien, lo que da origen al malentendido.
Los gatos son criaturas extremadamente pulcras y limpias. Dedican una gran cantidad de tiempo al dÃa a la limpieza. Por regla general, detestan el agua, de modo que usan su propia saliva como lÃquido de limpieza. Su cuerpo entero está provisto de numerosas herramientas para dicha limpieza: una lengua rasposa con la que se acicala, patas almohadilladas con las que rascarse, dientes con los cuales hurgar en la piel, etcétera. Los gatos son expertos gimnastas y realizan contorsiones muy extrañas, pero necesarias para alcanzar las partes más recónditas de su cuerpo. De hecho, uno de los primeros sÃntomas de enfermedad en un gato, es que dejan de hacerse aseo corporal, y lucen sucios y desgreñados. También manejan rÃgidamente el tema de las heces, enterrándolas en agujeros en la tierra; la costumbre de hacer estos agujeros la efectúan aunque estén sobre un suelo de baldosas, resabio de su instinto por cubrir sus fecas. Ocasionalmente parecen sucios, orinando en las paredes, pero esto lo hacen por marcar su territorio, en particular los machos, o bien defecando a vista y paciencia de sus amos, caso este último que debe ser interpretado generalmente como una muestra de protesta por algo que los fastidia, o también como un intento por llamar la atención de su amo.
Los gatos pueden sufrir enfermedades psicológicas tales como el abandono o el estrés. Al igual que un humano estresado, el gato tenderá a desarrollar un comportamiento neurótico. En casos extremos, se le caerán importantes manchones de pelo, debido a que un gato estresado se descarga con su propio cuerpo, haciendo un proceso de limpieza tan vigoroso y maniático que se puede arrancar mechones completos.
Los gatos se aparean entrando en celo. El gato se acerca a la gata, la que intentará resistirse por todos los medios a la cópula. Si el gato es hábil, conseguirá morderla por la parte posterior del cuello, inmoviolizándola, y penetrándola. La penetración en los gatos es dolorosa, porque las gatas tienen sensores nerviosos que con dicho dolor, activan el proceso de ovulación, de modo que los óvulos no se pierden.
La vejez del gato no es gradual, como la humana, sino abrupta. Dura aproximadamente un año, y desemboca en la muerte. Un gato viejo desarrolla cataratas y se vuelve más lento. También pierde el olfato. Generalmente duerme todo el dÃa, sin desarrollar ninguna otra actividad, muestra de su extremado cansancio.
El gato fue domesticado por los egipcios alrededor del año 4000 adC, para mantener a los ratones y ratas fuera de sus graneros. Para ellos, los gatos eran animales sagrados, y como tales, el castigo por matar a un gato era la muerte. La diosa Bastet era representada con cabeza de gato. Cuando un gato morÃa, a veces se le momificaba. Recientemente se ha descubierto evidencia en la isla de Chipre de la domesticación del gato Felis silvestris hace 9500 años. Se encontraron los huesos de un gato en un entierro humano y según los cientÃficos que hicieron el hallazgo es claro que "el vÃnculo que tuvo con su amo fue muy fuerte".
Sin embargo, durante la Edad Media, se pensaba que los gatos eran familiares de las brujas, brujas camufladas o parientes de Satanás. Durante las festividades, a veces se quemaba a los gatos vivos o se los tiraba desde la cumbre de edificios altos. En el mundo occidental es común la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte (aunque hay excepciones, como por ejemplo, Reino Unido. Que se nos cruce un gato negro, quizá de repente, es augurio de infortunios. El gato es uno de los doce animales del ciclo de 12 años del zodiaco vietnamita, relacionado con el calendario chino (en este último el signo zodiacal es Conejo o también Gato).
Seguramente por la agilidad y fortaleza de los gatos y por su habilidad de caer siempre sobre sus patas, se dice popularmente que tienen siete vidas, nueve en el mundo anglosajón, en ambos casos un número considerado de la buena suerte.
En caso de necesidad, los gatos pueden servir de alimento. El gato, quitándole la piel, cabeza, patas y cola, es casi idéntico al conejo. La expresión dar gato por liebre proviene de la sospecha de que los venteros, cuando no tenÃan liebre o conejo, servÃan gato. Por cuestiones culturales, en Occidente no se acostumbra alimentarse de gatos. Este hecho, la ingesta de gatos o perros, suele causar repulsión entre la población.
El escritor argentino Julio Cortázar poseÃa una extraordinaria afición por los gatos, la cual era compartida por Borges, quien dijo del gato (aunque en realidad se referÃa a todos los animales) que era eterno, pues para él el tiempo no existe.
Alergia: hay algunas alergias ocasionadas por ciertos pelos de gato. Más probablemente por las partÃculas de saliva que quedan en el pelo cuando el gato se acicala y se limpia.ver raza sphynx
Toxoplasmosis: esta enfermedad es peligrosa para la mujer embarazada, por ser una de las principales causas de malformaciones en el feto. El gato, como especie, desempeña un papel clave en el ciclo de esta enfermedad, siendo un huesped obligatorio para la transmisión. El gato adquiere la enfermedad cuando se alimenta de algún pájaro o ratón infectado. Por lo tanto la primera conclusión es que el gato implicado en la tranmisión es aquel que tiene posibilidad de cazar ratones (gato silvestre o de granja) y no el gato de piso alimentado con piensos o latas. El gato excreta los ooquistes en las heces y el humano se infecta por el contacto oral con ellas (por no lavarse las manos después de limpiar la caja, por ejemplo). Esto ya supone de por sà un bajo riesgo de contagio. Además es improbable que un gato doméstico se alimente de estos animales, ya que algunos gatos los consideran trofeos. Teniendo en cuenta lo anterior, y si en estado de embarazo la mujer se protege con guantes a la hora de limpiar la tierra donde entierre sus heces el gato y se lava las manos tras limpiarlo, la posibilidad de contagio se reduce considerablemente.
No hay que olvidar que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la principal causa de la toxoplasmosis en mujeres es la ingesta de carne cruda o poco cocida, asà como verduras sin lavar (contaminadas con heces de gato). La mujer seropositiva a toxoplasmosis queda inmunizada de por vida, por lo que sólo se considera perÃodo de riesgo los 4 primeros meses de embarazo de las mujeres seronegativas a la toxoplasmosis (las que tienen posibilidad de infectarse).
Leucemia: esta enfermedad, que no es igual que la leucemia humana, es una de las más extendidas. No es contagiosa al humano ni a otros animales, sólo se transmite de un gato a otro, mediante saliva o sangre. Los gatos vacunados de leucemia están protegidos cerca de un 95%. Castrando a un animal se evitan ese tipo de riesgos en caso de que el gato tenga acceso a exteriores, ya que estando castrado no tiene contacto sexual o de sangre (peleas por el territorio, por ejemplo) con otros gatos. Desgraciadamente es una enfermedad desconocida por muchos veterinarios que, al no saber tratarla, recomiendan el sacrificio del animal. Sin embargo, no es igual haber estado en contacto con la enfermedad y ser portador que estar infectado y desarrollando la enfermedad. En el primer caso, el gato puede llegar a acantonar la enfermedad pudiendo tener una vida larga y saludable. En el segundo de los casos, el gato está más expuesto a morir, pero aún asà no es una enfermedad fulminante. La leucemia gatuna no es inicialmente más que la pérdida de defensas en un animal que es portador de ella, siendo cuando se desarrolla una enfermedad degenerativa que acorta la vida del animal en algunos años, pero que puede aplacarse si el gato vive en buenas condiciones, a no ser que debido a la pérdida de defensas cualquier pequeña enfermedad puede ser peligrosa (rinotraqueitis, resfriados, etcétera). La leucemia "terminal", es cuando llega a la médula espinal, anulando totalmente la producción de globulos blancos para su defensa, entonces el animal empieza a deteriorarse rápidamente y muestra su agonÃa de manera que el sacrificio es la única solución. Pero, mientras no presente un estado crÃtico, precisa cuidados y buenos alimentos, acompañado, por sugerencia de veterinarios expertos, del uso del "interferón" u otros complementos que le ayuden a tener más fuertes sus defensas.
Los gatos han aparecido en diferentes representaciones artÃsticas tanto en el cine como en la televisión, la literatura, la música, la escultura, la pintura, etcétera. Su encanto ha traspasado las barreras culturales y se ha convertido en un sÃmbolo de gracia, delicadeza, astucia y en algunos casos hasta de malicia.
En el cine y la televisión los encontramos comúnmente representando papeles tales como compañeros de los villanos o de las brujas o destacando la capacidad de presentir «cosas extrañas» (por ejemplo en pelÃculas como El padrino, en James Bond el gato blanco que pertenecÃa a Blofeld, en Ghost, en Men in Black II, en la serie de televisión Embrujada, etcétera).
Tal vez uno de los personajes más memorables de la pantalla grande sea el famoso Chatrán de la pelÃcula Las Aventuras de Chatrán. También se destaca la obra de Disney Los aristogatos. Una aparición, si bien no en un rol protagonista, pero no por menos importante es el de Jinxie de la pelÃcula Los padres de ella. Otro gato muy destacado es Salem, el gato perteneciente a la serie de televisión Sabrina, la brujita adolescente. Y como no el gato CGS Ted Nudegent de Belfy que apareció como mister Bigglesworth en 1997 en la pelÃcula norteamericana Austin Powers (International Man of Mistery) y también nombrado por la revista Cats el gato del año 1999.ver.
Los dibujos animados han utilizado a estos animales como personajes, a veces en el rol principal, otras como antagonistas, los más destacados son El gato Felix, Garfield, Hello Kitty, Tom (Tom y Jerry), Don Gato y su pandilla, Silvestre (Silvestre y PiolÃn), la gata loca, Azrael (Los Pitufos), Doraemon (gato-robot), Tomy de "Tomy y Dali" en Los Simpsons, Mocha "la gata de tres patas", Pumby, entre otros.
En la literatura podemos destacar la fábula El gato con botas de Charles Perrault, también aparecen en tÃtulos como Alicia en el paÃs de las maravillas de Lewis Carroll, The Cat in the Hat de Theodor Seuss Geisel, El gato negro de Edgar Allan Poe, Oda al gato Pablo Neruda, etcétera.
En la música encontramos numerosas menciones a gatos pero ninguna tan explÃcita como el musical de Andrew Lloyd Webber Cats, aparecen también en muchas canciones como Delilah de Queen, El gato que esta triste y azul de Roberto Carlos, The Lovecats de The Cure, etcétera.
