Por los 1000 mensajes... y en agradecimiento a todos vosotros... aunque me salió algo triste... va con buena intención... gracias amig@s
El embargo
Marcos vacíos, lienzos enrollados,
telas desgajadas que algún día soñaron
desde su muro solemne con mejores tiempos,
marcas en las paredes de cuadros ausentes,
que poco quedaba del esplendor de entonces.
Como si el final de una exposición fuera
se iban amontonando unos sobre otros
los bastidores, marcos y lienzos
algunos aún sin empezar, pero con trazos
que esbozaban la idea del artista.
Este, sumido en un sopor increíble,
veía pasar a toda aquella trouppe
sin pestañear sacando sus obras del lugar
mozos sin maneras, con mono de uniforme,
él, sentado en el suelo y mirando al infinito.
Entonces le hubiese importado seguramente,
ahora era una desgracia más en el anuario de su vida
hacía tres años que ella ya no estaba, con su musa,
perdida para siempre, perdió su inspiración,
y también sus ganas de vivir y de pintar.
Nunca fue el tiempo tan triste y lento,
desde que ella se fue él no tuvo ya sonrisa
desde que el cielo se la arrebató aquel día
nadie le vio pintar, ni siquiera trabajar,
el tiempo se paró en aquel momento.
Tres años pasaron como en una eterna
sucesión de calamidades que dieron
en aquel desahucio, por muchos anunciado,
todo se lo llevaron, nada ya le pertenecía
cerraron las puertas y le dejaron solo.
El vacío se hizo eterno, el silencio reinaba
donde antes eran voces y ruidos, solo por fin
se levantó y contempló en silencio el triste resultado
tantas horas perdidas, cuantas noches en vela,
trabajando para al final tener solo aquello, solo vacío.
Este, tan grande era, que se hacía insoportable,
solo una tenue luz iluminaba aquella enorme estancia
al fondo, en un rincón, allí miraba ensimismado
una cortina que descorría con sus manos, entonces la luz
iluminó y descubrió el objeto hasta entonces cubierto por ella.
Era su retrato, el mismo que años antes el la pintara
ella era su modelo, aparecía en un escorzo casi forzado, desnuda
espléndida y con la cabeza vuelta hacia el artista, sonriendo
¡ay! esa sonrisa, era toda su cara una sonrisa y él
la supo plasmar en toda su magnitud en su obra
Se le dibujó a él, al contemplarla,
algo parecido a una sonrisa en su rostro,
que difícil después de haberla tenido toda suya,
solo verla en aquellas circunstancias, pero era feliz a su manera
porque la conservaba para sí y era toda su fortuna.
DF
