Guks
Reportero Total Gukimimos® Gukikarmas® Gukiniano® Ahora tambien GukiFurbi de venta en Carrefoures
Administrador
PeterPaulistic@²
   
Karma : 5054
Sexo: 
Mensajes: 21.100
Moderador de Moderadores
WWW
|
 |
« : 10 de Diciembre 2005, 01:59:04 » |
|
El Athletic ataca, centra y remata más que la pasada temporada, pero lo hace mucho peor, de un modo desenfrenado y con unos porcentajes de acierto bajísimos
JON AGIRIANO
Todos los aficionados del Athletic son perfectamente conscientes de la desazonante pérdida de capacidad goleadora que ha sufrido su equipo respecto al de la pasada temporada. No es que se haya pasado de los banquetes a la hambruna, pero casi. De disfrutar de 1,55 goles por partido, una cifra que convirtió a la tropa de Ernesto Valverde en la quinta mejor de la Liga, se ha pasado a lograr sólo 0,93, lo que deja a los pupilos de José Luis Mendilibar y de Javier Clemente -a ambos hay que adjudicarles la responsabilidad- como los decimocuartos del campeonato en eficacia realizadora.
En casa, como todos los espectadores de San Mamés saben muy bien, el cambio a peor ha sido todavía más llamativo. De celebrar 2,5 tantos por encuentro (el cuarto mejor registro de Primera) se ha pasado a un pírrico 0,86 (el decimocuarto de la Liga) que todavía resulta más sangrante si se tiene en cuenta que el apoyo del público a su equipo, lejos de disminuir como consecuencia del mal juego y los pobres resultados, ha aumentado; toda una lección, por cierto, de la fiel parroquia rojiblanca.
¿Se trata de que el equipo lucha menos o de que se ha vuelto más cauto y conservador? Aunque ésta es una opinión bastante extendida -la tentación de explicar los males de los equipos en base a una supuesta falta de entrega siempre tiene éxito y adeptos-, la respuesta es que no. Para comprobarlo basta con detenerse un rato en las estadísticas del equipo rojiblanco y compararlas con las del pasado ejercicio. Y es que, aunque pueda parecer sorprendente, que lo parece, este penoso Athletic de la temporada 2005-06 lucha y ataca con más ardor que el divertido Athletic de la campaña anterior.
106 jugadas de ataque
Unos datos para corroborar esta afirmación que a muchos parecerá un disparate. La pasada temporada los rojiblancos firmaron una media de 106 jugadas de ataque por encuentro. En la presente, la media ha crecido hasta 116. (El concepto de jugada de ataque hace referencia a las veces que un equipo pasa al campo contrario con el balón controlado). En cuanto a los centros al área rival, otra de las medidas para calibrar las ansias ofensivas de un conjunto, más de lo mismo. El Athletic ha pasado de centrar 26,6 veces por partido a hacerlo en 29,6 ocasiones; un número que le convierte -vivir para ver- en el segundo bloque que más centra de la Liga. En casa, de hecho, es el primero con 37 envíos al área cada 90 minutos.
También en el capítulo de remates se ha producido un aumento de la recaudación. Nadie lo diría, ciertamente, pero hay veces en que uno se lleva sorpresas cuando enfrenta las percepciones del presente con la memoria del pasado, incluso del pasado reciente. Más datos. El Athletic actual firma 13,4 remates por partido. En San Mamés, el número crece hasta los 15,2. En el pasado ejercicio, la media de remates era menor: de 12,7 por encuentro (14,1 en San Mamés).
A la desesperada
Algo no cuadra, evidentemente. ¿Qué ocurre? Es bien sencillo. Que el Athletic, efectivamente, ataca más, pero lo hace mucho peor; en la mayoría de las ocasiones a la desesperada, sin orden ni concierto, con un punto agonístico que acaba malogrando todos los afanes viscerales del equipo. Las estadísticas retratan bien a este Athletic convulso, pasado de vueltas. El porcentaje de acierto rematador, por ejemplo, se ha desplomado. De dirigir a portería el 39% de sus remates, lo que convertía a la tropa de Valverde en la cuarta más afinada de Primera, se ha pasado a un pobre 27%, el segundo peor porcentaje de la Liga.
Estos datos se ven reflejados en otros igual de contundentes. Y es que el Athletic ha visto cómo ha pasado de convertir en gol el 12% de sus remates a hacerlo sólo en un 7% de ellos. En este mismo sentido se podría hablar de los centros al área. Se lanzan más, como decíamos líneas arriba, pero su destino es mucho menos productivo. La campaña 2004-05, el 2,7% de los balones que los jugadores del Athletic enviaron al área acabó dentro de la portería contraria. Este porcentaje convertía al equipo de Ernesto Valverde en el segundo más certero y eficaz del campeonato. Ahora, en cambio, pintan bastos. El porcentaje se ha reducido al 0,96%, el decimosexto de Primera.
Recuperar la puntería
El Athletic, en fin, está obligado a recuperar su puntería, su eficacia. Y la impresión es que para ello debería olvidar en lo posible sus angustias vitales y recuperar primero el temple y el orden. Realizar un fútbol intenso, por supuesto, pero más cabal. Quienes más lo agradecerían serían, precisamente, los jugadores que portan la antorcha ofensiva del equipo. Y es que un repaso a los números de estos futbolistas -citemos, por ejemplo, a Yeste, Urzaiz, Etxeberria e Iraola- no deja lugar a dudas.
Ninguno de ellos está rindiendo a su nivel. Eso es evidente. Ahora bien, no será porque no lo estén intentando, porque no suden la camiseta. El discutido Yeste, por ejemplo, centra más al área de lo que lo hacía la pasada campaña (de mandar 1 centro cada 12 minutos de juego ha pasado a mandar 1 cada 9). Lo mismo sucede con Joseba Etxeberria, que con Clemente viene a centrar una vez cada 20 minutos y con Valverde lo hacía una vez cada 27. Y también con Iraola, que aunque parece otro comparado con el de la pasada temporada no será porque no bregue y cuelgue balones al área. Lo hace una vez cada 17 minutos cuando hace un año lo hacía una vez cada 19.
Perder la frialdad
Descartado que a estos buenos jugadores se les haya olvidado rematar, centrar o hacer goles -o que todos a la vez, en comandita, hayan entrado en una racha nefasta-, hay que preguntarse qué es lo que sucede. Y la respuesta más lógica -basada en unos datos más que elocuentes- es que estos jugadores, arrastrados por los fragores de un juego demasiado impetuoso y angustiado por las penurias clasificatorias y el pánico al descenso, han perdido el tino y la frialdad necesarios para ser precisos.
De otro modo se hace muy complicado explicar, por ejemplo, que hace un año Urzaiz rematase dentro de los tres palos una vez cada 73 minutos y ahora lo haga una vez cada 169, o que su acierto de cara a gol se haya desplomado de un extraordinario 24% al 0% actual. Como también se ha desplomado el acierto de Yeste de un 15% a un pobrísimo 3%. Del mismo modo, se hace difícil explicar que Iraola haya pasado de dirigir a la portería contraria un disparo cada 290 minutos a hacerlo una vez cada ¿1203 minutos!
|