Está un mexicano durmiendo recostado en la pared de su casa y de pronto oye el ruido de una serpiente de cascabel a cinco metros de él. Éste abre un ojo, y dice a su mujer que está dentro:
-- Juanitaa, pásame la pomada de las picaduras de serpientes
Y le contesta su mujer:
-- Pues que pasaa, ni modo ya te picoo,
Y contesta el mexicano:
-- Noo, pero la veo venirr.
