Los de mi pareja sí he probado, y tengo que decir que los flujos de una mujer son una de las cosas más sabrosas que he probado nunca, uhmmm.
Y el mio, lo cierto es que antes de correrme me da mucho morbo pensar en que luego me comeré toda mi leche, pero al llegar al orgasmo y correrme, me da mogollón de grima, y ya no lo pruebo.

¿Quizás en la siguiente?