Select
PeterPaulistic@
   
Karma : 948
Sexo: 
Mensajes: 1.124
Mejor amar y perder que jamás haber amado
|
 |
« : 15 de Junio 2005, 08:21:13 » |
|
Publicado en una columna de El Mundo Es una carta que
se remitió a una empresa fabricante de preservativos
adjuntando una funda de preservativo cerrada... y
vacía.
"Al encargado del Departamento de Atención al Cliente
(o como se denomine en su empresa):
Como ya habrá podido observar, debido a la diferencia
de volumen, color, y textura en comparación con el
papel donde está escrita esta carta, le adjunto un
envase de preservativo de la marca propiedad de su
empresa.
Si se fija detenidamente se dará cuenta que en su
interior no se encuentra profiláctico alguno. Este
detalle no tendría por qué tener la más mínima
importancia por sí mismo, pero concurre una
circunstancia que lo diferencia de las demás fundas de
preservativos vacías. La que usted tiene en estos
momentos en sus manos (o encima de su mesa) nunca ha
sido abierta por dedos humanos (ni de ningún otro
mamífero). Creo notar en su rostro cierta sonrisa de
solicitud de comprensión (.. ha sido un fallo de
envasado... Es muy raro que algo así suceda...). Lo
que sí que es un suceso absolutamente inhabitual es
que yo ligue. Por desgracia las hembras de mi especie
(mujeres, chicas, etc.) no acaban de apreciar lo que
para mí es un irresistible atractivo (el mío) por lo
que el lograr unas relaciones sexuales plenas y
satisfactorias con alguna de ellas, se convierte en mi
caso en una gesta absolutamente homérica.
Leído el párrafo anterior le supongo capaz de suponer
mi expresión de absoluta incredulidad matizada por
algo de estupefacción al comprobar el pasado sábado
como a mi lado, en la cama, reposaba, no sólo mi cojín
favorito, sino también una hermosa mujer (escribo
hermosa aprovechándome de que usted jamás podrá
comprobarlo). Basándome en su desnudez y en el hecho
de que tuviera su mano apoyada en mi pene, deduje que
su principal intención era hacer el amor conmigo.
Aconsejado por la prudencia y la higiene decidí hacer
uso de un preservativo... del único preservativo que
había en casa, dejado por olvido por un amigo más
afortunado que yo en sus relaciones con las mujeres.
Cuál no sería mi sorpresa (cabreo, enfado,
desesperación, odio a la raza humana en general y a
los fabricantes de condones en particular)al comprobar
esta nueva mala jugada del Destino en forma de
preservativo inexistente... La funda estaba vacía. La
mala suerte boicoteaba el que podía haber sido mi
primer coito
del año (y fíjese en qué fechas estamos ya).
No me parece oportuno aburrirle contando las argucias
a las que Tuve que recurrir para convencer a mi
ocasional compañera de lo saludable de una fellatio,
pero sí considero necesario el hacerle saber el gran
trastorno que me supuso su fallo de envasado para que
tome las medidas disciplinarias (amputación de la mano
derecha, doscientos latigazos, etc.) que considere
oportunas con el responsable de semejante desatino,
así como las medidas compensatorias con la víctima
(léase yo, mismamente)de su error. Me despido sin más
deseándole de todo corazón que nunca tenga usted que
vivir una noche tan desastrosa como la que la no
presencia de un
producto de su empresa me produjo a mí."
La respuesta consistió en una carta personal muy
amable y un Paquete que contenia veinticuatro cajas de
condones de doce unidades cada una: 288 condones, en
total.
Le caducarán al muchacho?
|