Tan sólo un día después de la muerte del premio Nobel de literatura portugués, el rotativo de la Santa Sede recoge en sus páginas un duro artículo titulado "La omnipotencia (presunta) del narrador", firmado por Claudio Toscani en el que repasa la vida Saramago, quien fue muy crítico con el catolicismo.
"Fue un hombre y un intelectual de ninguna admisión metafísica, hasta el final anclado en una proterva confianza en el materialismo histórico, alias marxismo", reza el artículo.
"Colocado lúcidamente en la parte de la cizaña en el evangélico campo de grano, se declaraba insomne por el solo pensamiento de las cruzadas o de la Inquisición, olvidando el recuerdo del ''gulag'', de las purgas, de los genocidios, de los ''samizdat'' culturales y religiosos", prosigue.
Durante el artículo se lleva a cabo un exhaustivo repaso de la bibliografía del portugués, analizando también su novela "El Evangelio según Jesucristo" (1991), una obra que es calificada de "irreverente" que supone un "desafío a la memoria del Cristianismo de la que no se sabe qué salvar".
"Por lo que respecta a la religión, atada como ha estado siempre su mente por una desestabilizadora intención de hacer banal lo sagrado y por un materialismo libertario que cuanto más avanzaba en los años más se radicalizaba, Saramago no se dejó nunca abandonar por una incómoda simplicidad teológica", señala el artículo.
"Un populista extremista como él, que se había hecho cargo del porqué del mal en el mundo, debería haber abordado en primer lugar el problema de todas las erróneas estructuras humanas, desde las histórico-políticas a las socio-económicas, en vez de saltar a por el plano metafísico", prosigue.
El artículo de 'L'Osservatore Romano' asegura que Saramago no debería haber "inculpado, incluso demasiado cómodamente y lejos de cualquier otra consideración, a un Dios en el que nunca había creído, por la vía de su omnipotencia, de su omniscencia, de su omniclarividencia".
Una pena que hubiera muy pocas personas en su entierro, a pesar de que los medios dijeron miles no es cierto. Me tocó emitir los informativos y alli habia algun que otro "ciento"... una pena.

Buenos elogios por parte de las instituciones incluida la vicepresidenta.
Otro camarada que marcha (desde 1969 pertenecía al Partido Comunista)... Está bien que ladre la iglesia, eso es que andamos.