¡Mira, papá!
Cómo explicarle a Pedrito, que acaba de cumplir dos años, que su padre se quedó para siempre en aquel accidente de avión. Hace semanas que no lo ve, y no para de preguntar. Tú ya lo intentaste, con paciencia y muchas lágrimas, pero sólo has conseguido que Pedrito dé un salto y mire al cielo en cuanto escucha un avión. Sólo has conseguido que reaccione como un resorte ante los reactores, señale a las nubes y diga con una gran sonrisa: “¡Mira, papá!”. Gracias al niño encontraste la solución: lo que queda de la familia vive ya junto al aeropuerto. Allí donde papá siempre va y viene. Y Pedrito y tú pueden salir a verlo.
(Microcuento de esos que me gustan a mi, escrito por Raúl Sánchez Quiles y leido en esas interneses de Dios)
