Clifor
Moderador/a
PeterPaulistic@¹
    
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Casi, casi de vuelta...
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« Respuesta #3 : 16 de Enero 2009, 17:11:12 » |
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Te copio lo que dice una de tantas web sobre la peli en cuestión (OCP):
Nacida en estado de desequilibrio; rodada sobre el exceso, filmada por un director para la desconfianza (que más sabe de crítica cinematográfica que de poesía en imágenes): por algún motivo incomprensible Bertolucci pudo regalarnos la obra definitiva sobre la belleza imperfecta. Un último baile descompasado que, como bien se ha dicho, narra el naufragio urbano de dos perdedores en la ciudad que nunca más volverá a ser la del amor. París pone el dolor, Brando la desesperación (y una inmensa interpretación) y Schneider el cuerpo; para grabar con pornográfica alevosía unos íntimos actos de amor (no los polvos, sino los diálogos), y una salvaje violación, con penetración, en los secretos vomitados y escondidos de dos personas que creen saber ocultarlo todo y se les ha olvidado vestirse. Ella buscando un padre que le contara cuentos, él escupiéndole las verdades de este mundo; ella esperando que la sacaran a bailar, él forzándola sobre la pista; ella deseando un beso de buenas noches, él cubriéndole el coño con mantequilla; y pese a todo ella amándole y él correspondiéndola.
Si alguien enumerara los múltiples fallos de “El último tango en París” los admitiría todos, sin que por eso dejara, por un mínimo instante, de reconocerla como una de las más desgarradoras películas sobre como la soledad es el único sentimiento por el que alguna vez dos seres humanos podremos unirnos, y el testimonio más doloroso de como el romanticismo se extingue ante la mediocridad, que es lo único que perdura. Y al final María Schneider nos confiesa que no sabía su nombre, que era una persona desconocida; únicamente nos queda saber si se refería a Brando o a si misma
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