Acompañado de su perro, un pastor ordeña una cabra. En eso, el animal se da la vuelta y le reclama:
"¡Tantos años tocándome las tetas y nunca me has dado un beso!"
Sorprendido, el pastor sale corriendo por el campo seguido por el perro. Cuando por fin se detienen, el perro se le queda viendo al asustado pastor diciéndole:
"¡Vaya susto que nos dio la joía de la cabra!"
